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Con la mayoría de los personas refugiadas durante semanas en un mismo lugar por la pandemia de COVID-19, las parejas se encuentran en una situación que probablemente nunca habían planeado: estar cara a cara todo el día, todos los días, sin un final claro a la vista.

Los expertos afirman que la nueva cercanía probablemente se está desarrollando de muchas maneras: algunas parejas descubrirán que disfrutan el tiempo extra entre ellas; otros contarán los días hasta que puedan estar con un humano que no sea su «media naranja».

En el otro extremo del espectro, las peores consecuencias del encierro en las viviendas ya se están manifestando: la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha reportado un fuerte aumento de la violencia doméstica a nivel mundial.

Sin embargo, muchas parejas enfrentarán problemas cuya intensidad no será tan grave, pero tampoco serán menores.

La pandemia ha dado paso a una ola de nuevas tensiones, desde la amenaza a la salud misma hasta la pérdida de empleos e ingresos. Al mismo tiempo, muchas de las estrategias habituales de afrontamiento también han dejado de funcionar, destacó Katherine Hertlein, profesora de terapia de pareja y familia en la Universidad de Nevada, en Las Vegas (Estados Unidos).

Si generalmente lidiabas con una disputa por ir al gimnasio para «refrescar la mente», eso estaba bien, comentó Hertlein, siempre y cuando hablaras sobre el tema más tarde. Pero esa opción ya no se encuentra sobre la mesa. Tampoco ir a ver una película, acudir a una clase de yoga, ni reunirse con amigos o familiares.

«Las personas no tuvieron la oportunidad de desarrollar nuevas estrategias de afrontamiento antes de que todo esto ocurriera», subrayó Hertlein. Entonces, las parejas deben aprender a resolver sus nuevas problemáticas paso a paso y conforme avance la crisis.

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Definiendo nuevos roles

Un área general de discusión para las parejas puede ser definir sus nuevos «roles». Puede ser especialmente molesto si tienen hijos y ahora deben ser maestros, directores, enfermeras, cocineros y personal de mantenimiento, apuntó Hertlein.

«¿A quién se le atribuyen dicho roles? Generalmente y por defecto, a la mujer», agregó.

Hertlein sugirió que, en lugar de pasar al modo «automático», las parejas deben hablar sobre la división del trabajo y tal vez turnarse regularmente. «Puedes decir: ‘Para esta semana, haremos esto'», aconsejó Hertlein. «Y si no funciona bien, al menos hubo un objetivo a cumplir», y deben seguir probando opciones.

Para algunas parejas, la falta de trabajo puede ser un problema. Los días sin metas y sin rutina pueden crear problemas entre ellas, advirtieron los doctores Jacqueline Olds y Richard Schwartz, psiquiatras en el Hospital MGH / McLean, en Boston (Estados Unidos), quienes entienden muy bien esta dinámica al ser esposos.

Recomendaciones

Schwartz resaltó la importancia de mantener un patrón de sueño regular, una dieta saludable y algún tipo de actividad física, que juegan un papel clave en el estado de ánimo y en la regulación emocional.

Asimismo, Olds recomienda establecer una rutina, pues le otorga a cada día una estructura y, a las personas, una sensación de sentirse «valiosas», lo que también puede mejorar el estado de ánimo y, por consiguiente, la vida en pareja.

Finalmente, los médicos ofrecen a las parejas tres consejos fundamentales:

  • Sigan la «regla de oro» de tratar a los demás como quieren que los traten. Recuerda que tu pareja puede estar más sensible en este momento, así que los comentarios sarcásticos y las críticas innecesarias deben evitarse a toda costa.
  • Usa el tacto, ya sea afecto íntimo o simple.
  • Procuren darse espacio para realizar actividades separadas.

Y si una situación doméstica se encuentra más allá de lo que las parejas pueden manejar, pueden recurrir a la ayuda profesional, enfatizaron los tres expertos. Muchos profesionales de la salud mental están ofreciendo sesiones, incluida la terapia de pareja, a través de servicios de telesalud.

 

Vía: Health Day News