paralisisLos golpes, los cambios bruscos de temperatura y las infecciones son causa de parálisis facial, que de no ser atendida puede provocar daños permanentes en la movilidad de los músculos de la cara.

De acuerdo con la jefa del Servicio de Neurología del Hospital General de México, Minerva López Ruiz, las causas más comunes para este tipo de parálisis son el trauma por golpes, caídas y accidentes vehiculares.

De igual manera, influyen los cambios bruscos de temperatura al pasar de lugares con mucho calor a sitios muy fríos, e infecciones causadas por bacterias o virus que causan inflamación alrededor del nervio facial.

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En todos estos casos se genera una inflamación que comprime el nervio facial, lo que afecta la función de movilidad de los músculos de la cara.

Dicho nervio que parte de la base del cuello, se pega al cerebro y sale adelante del oído y al llegar a la cara tiene tres ramificaciones: una para el movimiento de los ojos, otra para el maxilar y una más para la mandíbula, que sirve para mover la frente, cerrar los ojos, gesticular, sonreír, mover los labios y la parte superficial del cuello.

«Una persona que sufre una afección de este tipo va a presentar alteraciones solamente motoras, no sensitivas porque no es un nervio sensitivo y van a tener incapacidad para levantar la ceja, cerrar el ojo total o parcialmente, mover bien los labios, se ve que la boca se va chueca generalmente al lado sano, al lado que jala», indicó.

Las parálisis inflamatorias infecciosas se asocian con dolor atrás del oído, en la parte del cráneo o en el cuello, con dificultad para movilizarse, 24 o 48 horas antes de manifestarse plenamente.

Los afectados notan que no pueden mover bien la cara y que ésta empieza a verse asimétrica (dispareja), siendo este uno de los momentos clave para acudir al médico.

Lamentablemente, de no recibir atención médica en los primeros días, puede aumentar el tiempo de recuperación y se corre el riesgo de una afectación permanente.

«La recuperación cuando se recibe atención oportuna va de tres a seis meses. Cuando se llega tarde al médico no hay antiinflamatorio que sirva y entonces la recuperación puede ser más larga y dependiendo de la severidad del daño es la mejoría que se logra», subrayó.

El tratamiento consiste en fármacos para desinflamar, y en caso de ser causada por virus o bacteria se da tratamiento para atacarlos. Después de las primeras semanas se empieza con terapias físicas de rehabilitación, con ejercicios especiales en la cara y masajes. A veces se pone calor local, rayos infrarrojos o ultrasonido, tratando de que el nervio se recupere.

 

 

Vía: Notimex