Almacenar el exceso de comida o llevar a casa los sobrantes de una cena no vale la pena si no las guardas de manera correcta. Y es que resulta fundamental que los alimentos que se comen sean inocuos o, otra forma, te podrían enfermar.
No obstante, existen sencillos pasos que te permitirán mantener de forma segura estos restos de alimento, para que no te expongas a un problema.
En primera instancia, es importante que coloques las sobras en recipientes de poca profundidad para que se enfríen rápidamente.
Las bacterias se desarrollan rápidamente en temperaturas calientes, por lo que en tan sólo pocas horas pueden ser peligrosas. Por ello, es importante que las sobras se refrigeren dentro de las dos horas siguientes de que fueron preparadas; en este sentido, si son sobras de un restaurante, considera desde la hora en que te sirvieron y el tiempo en que tardarán en llegar a tu casa.
Come todas las sobras refrigeradas dentro de los siguientes cuatro días o tíralas.
Al igual que la refrigeración, si la vas a congelar, debes hacerlo dentro de las siguientes dos horas después de que un alimento se ha cocinado.
Debes comer los restos de comida congelada dentro de los siguientes 4 meses, como máximo. Para que esto suceda, una práctica idea es que los etiquetes con las fechas en que estás guardándolos.
Asegúrate de que todas las sobras se calientan bien antes de comer, es decir, con una temperatura elevada. Considera que es fundamental que todas las partes de la comida alcancen dicha temperatura; para ello, no olvides mezclar durante el proceso de calentamiento.
Vía: Foodsafety, HealthDay News
