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Los beneficios para la salud del ayuno han sido objeto de mucha publicidad durante los últimos años. Cada vez más personas ayunan, no solo por motivos religiosos, sino también para perder peso y estimular el metabolismo.

De acuerdo con diversos estudios, restringir la ingesta de alimentos puede aumentar la actividad metabólica más de lo que los investigadores solían creer, y dicha práctica puede incluso ayudar a combatir el envejecimiento.

Según otras investigaciones, el ayuno también puede mejorar la salud intestinal, así como fortalecer los ritmos circadianos, mejorando así la salud general.

Una nueva investigación se suma a este cuerpo de evidencia al enfocarse en un tipo específico de ayuno y en sus beneficios para las afecciones relacionadas con la obesidad.

La doctora Ayse Leyla Mindikoglu, profesora asociada de medicina y cirugía en el Baylor College of Medicine en Houston, Texas (Estados Unidos), junto con sus colegas, utilizó la práctica espiritual islámica del Ramadán para estudiar los beneficios del ayuno desde el amanecer hasta el atardecer.

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De esta forma, los investigadores descubrieron que practicar este tipo de ayuno durante 30 días elevaba los niveles de ciertas proteínas que pueden mejorar la resistencia a la insulina y evitar los efectos adversos de una dieta rica en grasas y azúcar.

Específicamente, tomaron muestras de sangre de los participantes de la investigación, las cuales revelaron niveles más altos de unas proteínas llamadas tropomiosina (TPM) 1, 3 y 4. La tropomiosina es mejor conocida por su papel en la regulación de la contracción del músculo esquelético y el corazón.

No obstante, la TPM también es fundamental para mantener la salud de las células que son importantes para la resistencia a la insulina y repararlas si sufren daños.

En concreto, la TPM3 juega un papel importante en la mejora de la sensibilidad del cuerpo a la insulina. Una mejor sensibilidad a dicha hormona significa un mejor control del azúcar en sangre.

El estudio también halló que los niveles de los «productos de genes de proteínas» de TPM1, 3 y 4 aumentaron considerablemente una semana después de que finalizó el ayuno.

La doctora Mindikoglu y su equipo presentaron sus resultados durante la Semana de las Enfermedades Digestivas, una conferencia que tuvo lugar en San Diego, California.

 

Fuente: Medical News Today