Para niños y adolescentes, los médicos utilizan el índice de masa corporal (IMC) para evaluar posibles problemas relacionados con el peso y la salud. Si los niños o adolescentes poseen un IMC alto para su edad y sexo, un proveedor de atención médica puede realizar evaluaciones adicionales, como mediciones del grosor de los pliegues cutáneos y evaluaciones de antecedentes familiares, patrones de alimentación y actividad física. La Academia Estadounidense de Pediatría (AAP) recomienda usar el IMC para detectar sobrepeso y obesidad en niños a partir de los 2 años. En el caso de los niños menores de 2 años, es recomendable consultar las normas emitidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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El IMC que es adecuado para niños y adolescentes según su edad debe revisarse al menos una vez al año, pero un médico puede hacerlo con más frecuencia. Dar seguimiento a los patrones de crecimiento a lo largo del tiempo puede ayudar a asegurarse de que un niño o adolescente alcance o mantenga un peso saludable. Cabe mencionar que un solo cálculo del IMC para la edad no es suficiente para evaluar el estado del peso a largo plazo, ya que la altura y el peso de los niños y adolescentes cambiarán a medida que crezcan.

Asimismo, el IMC se interpreta de manera distinta para niños y adolescentes, aunque se calcula con la misma fórmula utilizada para la población adulta. Debido a los cambios en el peso y la altura que se presentan con la edad, así como su relación con la grasa corporal, los niveles de IMC entre niños y adolescentes se expresan en relación con otros niños del mismo sexo y edad.

 

Fuente: CDC