¿Cómo sabes si tu suplemento realmente está funcionando o si deberías reducir su consumo? Los expertos comparten algunas señales reveladoras:

-Eliminación

Gran parte de lo que ingieres se elimina con el tiempo.

Las dosis altas de citrato de magnesio y vitamina C pueden causar diarrea. Si esto ocurre, conviene reducir la cantidad que tomas. En ocasiones, las dosis altas de vitaminas B pueden provocar una orina de color amarillo brillante; sin embargo, esto no es necesariamente perjudicial.

-Tus niveles de energía

¿El dinamismo que sientes es resultado de un suplemento o de un efecto placebo?

Algunos suplementos, como la vitamina B12, pueden producir mejoras rápidas en la energía. Si una persona está deshidratada o experimenta un desequilibrio mineral, un suplemento de electrolitos puede incrementar la energía, el rendimiento físico y mejorar la presión arterial.

Otros pueden tener efectos más sutiles o a largo plazo.

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-Pruebas de venta libre y en el consultorio

La necesidad de pruebas de venta libre o en el consultorio depende del motivo por el que tomes los suplementos.

Si se trata de reducir el azúcar en sangre debido a prediabetes o diabetes, el control de glucosa en casa y los análisis de sangre en el consultorio son importantes.

Asimismo, los profesionales médicos pueden verificar los niveles de nutrientes en sangre antes de empezar a tomar un suplemento y después de consumirlo durante un período específico.

Si estás empezando a tomar suplementos por primera vez o los usas para mejorar ciertos síntomas, las pruebas en el consultorio pueden ser útiles. Si experimentas efectos secundarios por un suplemento, también es recomendable una prueba en el consultorio.

En general, los expertos recomiendan hablar con tu médico sobre cualquier suplemento que estés tomando o estés considerando tomar, a fin de asegurarte de que no interfiera con ningún medicamento o tratamiento.

 

Fuente: Healthline