Los expertos subrayan que la comida jamás debería ser utilizada como un premio o recompensa para motivar un buen comportamiento o conducta en tus hijos. En su lugar, los niños deberían aprender que la comida es el combustible que día a día requiere nuestro cuerpo para funcionar adecuadamente, mas no una gratificación.
Por ello, la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos nos propone las siguientes alternativas, a fin de no utilizar la comida como recurso para recompensar a nuestros pequeños:
- Tener una cita para jugar con los amigos.
- Obtener un obsequio, como una colección de calcomanías.
- Tener una visita especial con los abuelos, o un día donde no se realice ninguna tarea.
- Hacer un viaje a uno de sus lugares favoritos, como el zoológico, el parque, el cine, el boliche, un balneario o la pista de patinaje.
- Conseguir un asiento especial en la cabecera de la mesa durante la cena.
- Permitirles algo de tiempo extra frente al televisor o el dispositivo móvil.
Recompensar a nuestros hijos con éstas u otras alternativas similares es sustancial, ya que al condicionarlos a través de la comida podríamos ocasionarles un daño a su salud totalmente innecesario, pues estaríamos alterando su dieta y sus tiempos de comida, que son esenciales para su correcto desarrollo y crecimiento.
Vía: HealthDay News
