i-agua-alberca-ninosLas piscinas pueden proporcionar diversión y alivio al calor del verano, pero los niños pueden enfermarse si beben demasiada agua clorada. Y es que en medio de la emoción y los juegos, es común que les entre agua en la boca a los más pequeños; algunos, incluso, pueden dar unos tragos a pesar de tus recomendaciones.

Aunque tomar una pequeña cantidad de esta agua es inofensivo, es importante que sepas que un exceso puede conducir a la intoxicación por cloro. Asimismo, pueden inhalar agua a sus pulmones o enfermarse por los gérmenes que no fueron eliminados.

Saber los riesgos de beber esta agua te permitirá tomar las medidas necesarias para evitar situaciones o bien, reconocer las señales de advertencia y buscar atención médica de inmediato.

Las primeras señales de los problemas, por lo general, incluyen malestar estomacal y vómitos, tos persistente, dificultad para respirar y fatiga.

A medida de que las horas pasan, la intoxicación por cloro puede conducir a problemas digestivos, dolor abdominal y diarrea, entre algunos de sus síntomas; puede parecerse a un caso grave de intoxicación alimentaria.

Cuando se inhala agua a los pulmones, hay mayores efectos sobre el sistema respiratorio, como dificultades para respirar y tos persistente, y podrían tener temblores y sofocos.

En todo caso, una vez que tus hijos terminen de nadar comprueba si hay enrojecimiento e irritación alrededor de los ojos, nariz, boca y orejas, lo que podría ser una señal de que los niveles de cloro eran demasiado altos.

Escucha si hay tos persistente, lo cual puede ser una señal de que el niño bebió demasiada agua.

Mantente alerta y si el niño presenta síntomas similares a la gripa o la intoxicación alimentaria busca atención médica inmediata.

Vía: HealthDay News