Tener un ritmo de vida sedentario, además de no realizar ejercicio, presupone un alto riesgo de desarrollar demencia, encontró un reciente estudio.

Según la investigación, llevada a cabo en Canadá, pasar varias horas sentado frente a la televisión puede aumentar el riesgo de desarrollar demencia casi al mismo nivel que las personas que genéticamente se encuentran predispuestas a padecer esta enfermedad.

Ser inactivo podría anular del todo los efectos protectores de unos genes sanos”, advirtió Jennifer Heisz, líder de la investigación y profesora asistente en el departamento de quinesiología de la Universidad de McMaster, en Ontario, Canadá.

De acuerdo con Jennifer, los resultados del estudio sugieren que el nivel de actividad física puede influir en el riesgo de demencia tanto como la genética misma. “Uno no puede cambiar los genes, pero sí puede cambiar el estilo de vida”, aseguró.

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La especialista señaló que durante el estudio, las personas que hacían ejercicio al menos 3 días a la semana presentaron probabilidades más bajas de desarrollar demencia que las personas sedentarias.

Aunque aún no se determina qué clase de ejercicio es lo mejor para reducir el riesgo de demencia, Jennifer expuso que las personas activas físicamente durante el estudio reportaron que caminaban 3 veces por semana. “Eso significa que no hay que entrenar como un atleta olímpico para obtener los beneficios para la salud cerebral de la actividad física”, dijo.

Finalmente, advirtió que, las personas con la suerte de tener buenos genes podrían perder sus beneficios si no hacen ejercicio. “No puedo comprender por qué el miedo a la demencia no es suficiente para inducir a todo el mundo a adoptar un programa de ejercicio regular”, concluyó.

 

Vía: Health Library