La vejez y las condiciones de salud crónicas no son los únicos factores de riesgo para desarrollar una infección grave por COVID-19. En una nueva investigación publicada en la revista Environmental Health Perspectives, expertos afirman que las personas con altos niveles de cadmio, un metal pesado, también pueden tener mayores probabilidades de sufrir una enfermedad grave durante la pandemia.

El cadmio se encuentra en los cigarrillos y en los vegetales contaminados. Estudio previos han demostrado que la exposición prolongada al cadmio, incluso en niveles bajos, puede debilitar el sistema de defensa de los pulmones.

«Nuestro estudio sugiere que el público en general, tanto fumadores como no fumadores, podría beneficiarse de una menor exposición al cadmio», señaló Sung Kyun Park, coautor del estudio y profesor asociado de epidemiología y ciencias de la salud ambiental en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor (Estados Unidos).

La investigación descubrió que las personas con altos niveles de dicha sustancia química tienen mayores tasas de muerte por virus respiratorios, como los causantes de gripe y neumonía, lo que sugiere que también pueden ser más vulnerables al coronavirus causante de COVID-19.

Los científicos analizaron datos de casi 16,000 personas que participaron en la Encuesta Nacional del Examen de Salud y Nutrición de EE.UU. entre 1988-1994 y 1999-2006.

El cadmio se midió en la orina durante la primera encuesta y en sangre durante la segunda. Después de ajustar una serie de factores, los investigadores hallaron que los pacientes con niveles de cadmio en el percentil 80 tenían un 15% más de probabilidades de morir de influenza o neumonía que aquellos en el percentil 20.

Y en los participantes que nunca fumaron, la diferencia fue todavía mayor, con un 27% más de riesgo de muerte en los del percentil 80 que entre los del percentil 20, reveló el estudio.

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«No pudimos observar directamente la carga corporal de cadmio entre los pacientes con COVID-19 durante la pandemia temprana», indicó Park.

«Nuestra motivación fue encontrar un factor de riesgo modificable que pueda predisponer a las personas con infección por COVID-19 a desarrollar una complicación grave y morir debido al SARS-CoV-2. La COVID-19 podría no ser un evento único. Nuestros resultados sugieren que el público podría beneficiarse al reducir su exposición al cadmio cuando ocurra la próxima pandemia. Esto no puede concretarse de repente, pues lleva tiempo que requiere instituir cambios», explicó el especialista.

Los fumadores deben dejar de fumar y todos deben conocer las principales fuentes de cadmio en su dieta: cereales, arroz, órganos animales como el hígado y los riñones, soya y algunos tipos de verduras de hoja, agregó Park.

Hay otras verduras que puedes comer en su lugar, sugirió.

Por ejemplo, el repollo, el brócoli y otras verduras crucíferas contienen altos niveles de antioxidantes pero niveles relativamente bajos de cadmio.

«Las asociaciones que encontramos deben ser verificadas en otras poblaciones y también estudiadas con respecto al impacto potencial del cadmio en la morbilidad y mortalidad relacionadas con la COVID-19», refirió Howard Hu, profesor y presidente de medicina preventiva en la Universidad del Sur de California y autor principal del estudio.

«Desafortunadamente, al cuerpo humano le resulta mucho más difícil excretar cadmio que otros metales tóxicos, y su presencia en muchos alimentos nutritivos significa que es fundamental continuar reduciendo las fuentes de contaminación ambiental que contribuyen a su presencia en el aire, el suelo y el agua», concluyó Hu.

 

Vía: Health Day News