La educación sobre el orden y las reglas debe comenzar desde edades tempranas. Los niños deben aprender que el orden es una necesidad para tener control sobre su ambiente y ganar estabilidad. Si bien es un proceso largo, debe establecerse como una rutina. Es importante que los padres contribuyan a través de pasos estratégicos.
La paciencia es un factor clave, debido a que raramente las cosas salen en el primer intento, especialmente cuando se trata de niños. El segundo punto importante es el planteamiento de los objetivos, mismos que deben ser realistas y positivos. Finalmente, los padres deben pensar en la recompensa. No hablamos de dulces o premios que después podrían convertirse en obligación, sino en gestos y premios afectivos, como palabras de gratitud y reconocimiento.
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Especialistas de Kids Health recomiendan tener en mente tres pasos importantes.
- Organización. Este paso consiste en la preparación, así como en decidir lo que se va a hacer y cómo se va a lograr. Acompañado de tu hijo, puedes elaborar una lista de las cosas a elaborar. Todo debe seguir un orden. A medida que el pequeño vaya avanzando, es importante marcar los objetivos cumplidos, ya sean escolares o dentro del hogar.
- Concentración. Esta parte consiste en hacer el trabajo y perseverar en su consecución. Explícale a tu hijo que esto significa hacer lo que se supone que debe hacer, seguir los puntos de la lista y ceñirse a la tarea. Tras completar el objetivo, el pequeño tendrá la oportunidad de jugar cuanto quiera. Mantener la concentración puede ser difícil, pero se trata de una habilidad que mejora con la práctica.
- Resultados. En este punto se debe concluir o finalizar la tarea. También es momento de detectar posibles errores o faltas. Recuerda, los niños aprenden las habilidades que necesitan. Las demás deben formar parte de un proceso de formación guiado por ti. Sé paciente y flexible.
Vía: Kids Health