miopiaY tú ¿ves bien de lejos? La miopía se presenta cuando la luz que entra al ojo se enfoca de manera incorrecta, haciendo que los objetos distantes aparezcan borrosos. Es un tipo de error de refracción del ojo.

Afecta a hombres y mujeres por igual. Las personas con antecedentes familiares de visión corta son más propensas a presentarla. La mayoría de los ojos con miopía son sanos, pero un pequeño número de personas con visión corta grave experimenta una forma de degeneración retiniana.

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Síntomas

Una persona miope ve claramente los objetos cercanos, pero los que están a distancia los ve borrosos. El hecho de entrecerrar los ojos tenderá a hacer que los objetos lejanos parezcan más nítidos.

Estas personas necesitan cambiar las gafas o los lentes de contacto con frecuencia. También pueden existir tensión ocular y dolores de cabeza en los síntomas.

La enfermedad con frecuencia se nota primero en niños en edad escolar o adolescentes; no pueden leer el pizarrón, pero pueden leer un libro fácilmente. Empeora durante los años de crecimiento. Por lo regular, la miopía deja de progresar a medida que una persona deja de crecer, poco después de los 20 años.

Una persona con miopía puede leer fácilmente la tabla optométrica de Jaeger (la tabla para lectura a corta distancia), pero tiene dificultades para leer la tabla optométrica de Snellen (la tabla para lectura distante). Éstas se usan en pruebas oculares.

Un examen oftálmico estándar puede comprender medición de la presión ocular; exámenes de refracción (para determinar la prescripción correcta de las gafas), de la retina, con lámpara de hendidura de las estructuras frontales de los ojos, de visión cromática (para buscar posible daltonismo), así como de los músculos que mueven el ojo.

¿Y cada cuándo es bueno hacerse un examen? Si eres adulto y estás en alto riesgo de tener enfermedades oculares, como el glaucoma, te recomendamos hacerte un examen ocular cada dos a cuatro años hasta los 40; luego cada uno a tres entre los 40 y 54, y después de los 55 cada uno a dos años.

Con los niños, se debe procurar hacer pruebas desde el periodo neonatal y durante los años escolares cada uno o dos años, así como durante la adolescencia

 

Vía: Medline plus