El primer medicamento aprobado en Estados Unidos para tratar la enfermedad ocular tiroidea podría tener un efecto secundario no deseado para muchos, pues según un pequeño nuevo estudio, hasta dos tercios de los pacientes que lo toman experimentan problemas de audición. Los resultados se presentaron recientemente durante la reunión anual virtual de la Endocrine Society.

El teprotumumab fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) del citado país en enero de 2020. En dos ensayos clínicos realizados antes de la aprobación del medicamento por la FDA, se reportaron problemas de audición en el 10% de los pacientes. Pero este nuevo trabajo encontró que la tasa podría llegar al 65%.

La enfermedad ocular tiroidea es una afección autoinmune en la que los músculos oculares y el tejido graso detrás del ojo se inflaman y se asocia principalmente con una glándula tiroides hiperactiva debido a la enfermedad de Graves.

Los síntomas de la enfermedad ocular tiroidea incluyen ojos secos, llorosos, enrojecidos o abultados, una «mirada fija», visión doble, dificultad para cerrar los ojos y problemas de visión.

El teprotumumab se administra a los pacientes una vez cada tres semanas para un total de ocho infusiones, y se ha demostrado que brinda beneficios significativos a los pacientes, dijeron los autores.

Este último estudio incluyó a 26 pacientes tratados con al menos cuatro infusiones de teprotumumab. De ellos, 17 (65%) reportaron nuevos problemas de audición.

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Los más comunes fueron pérdida auditiva (23%), zumbidos en los oídos (27%), sensación de taponamiento de los oídos (12%) y autofonía, una audición inusualmente fuerte de la propia voz de una persona (29%). Los síntomas se desarrollaron después de un promedio de 3.6 infusiones de teprotumumab.

De los 17 pacientes con nuevos problemas auditivos, 4 tuvieron una pérdida auditiva neurosensorial nueva o que empeoró, la cual fue producto del daño en las células ciliadas del oído interno. De esos 4 pacientes, 2 mostraron mejoras en los síntomas después de un mes y a los seis meses, reveló el estudio.

Cabe mencionar que 3 pacientes tenían trompa de Eustaquio patulosa, un trastorno en el que el canal que corre entre el oído medio y la parte posterior de la nariz y la garganta permanece abierto. Normalmente, estas trompas de Eustaquio se cierran y se abren solo ocasionalmente para regular la presión del aire alrededor del tímpano. Después de tres meses, los síntomas de esta afección mejoraron, pero no desaparecieron por completo, indicaron los investigadores.

El período de seguimiento del estudio de tres meses después de suspender el medicamento fue demasiado corto para evaluar si tales problemas de audición se pueden revertir, comentó la doctora Andrea Lora Kossler, profesora asistente de oftalmología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Stanford, en California, y autora principal del estudio.

El siguiente paso es evaluar los factores de riesgo de la pérdida auditiva y la reversibilidad de los síntomas, agregó.

Si tienes más dudas sobre cómo este u otros medicamentos pueden afectar tu audición, consulta a tu médico.

 

Vía: Health Day News