Aun cuando la medicina permiten sentirse mejor, cuando no se toman adecuadamente pueden causar daño, especialmente a los niños. Por ello, mantener todos los medicamentos y vitaminas fuera de su alcance y de su vista es importante para protegerlos.
En este sentido, es importante que escojas un lugar que no puedan alcanzar, que sea suficientemente alto para que incluso no los vean. Recorre tu casa y decide cuál es lugar más seguro para guardar los fármacos.
Debido a que algunos niños pueden treparse a los muebles, los armarios cerrados bajo llave son el lugar más seguro para resguardar la medicina.
Además, es fundamental que luego de usarlas siempre las guardes, incluso los que usas todos los días. Nunca los dejes sobre un mueble o, por ejemplo, al lado de la cama de un niño enfermo.
Explícale a tus hijos qué es la medicina y por qué debes dársela tú. Para que se la tomen, no les digas que es un dulce o que sabe a tal y no permitas que juegue al doctor con frascos de medicamentos vacíos.
Recuerda utilizar las tapas de seguridad que vienen con los medicamentos y asegúrate de cerrarlas bien
Vía: American Academy of Family Physicians