Si eres mamá, cuidar de tus niños o preparar las comidas puede interferir con que te des un tiempo para hacer ejercicio.
Ante ello, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EU recomiendan:
- Desarrolla un sistema con un amigo o miembro de la familia para intercambiar el tiempo de cuidado del bebé.
- Incluye a tu pequeño o pequeños en tu rutina de ejercicio. Haz una caminata, ve al parque, baila, practica aeróbicos o juega a las traes con tus hijos.
- Usa equipo de gimnasio para casa, como una bicicleta fija o una caminadora.
- Haz un poco de calistenia o salta la cuerda mientras los niños están jugando o tomando una siesta.
- Encuentra algo de tiempo para ejercitarte mientras los niños asisten a la escuela.
No olvides que ser mamá no es un impedimento para ejercitarte. El ejercicio físico es esencial, ya que ayuda a disminuir la probabilidad de desarrollar enfermedades como obesidad, diabetes e incluso cáncer. Entre más minutos por semana permanezcas activa, mayores serán los beneficios para tu organismo. Estudios avalan que, por ejemplo, pasar un minuto caminando o cortando el césped es equivalente a un minuto corriendo o levantando pesas.
Recuerda que no debes extenuarte. El ejercicio no debe ser agotador, lo importante es invertir “tiempo”. Por eso, siempre date un espacio para practicar alguna rutina física y manténte en constante actividad, sin que ésta te genere ansiedad o estrés (se trata de disfrutarla y relajarse), y llevando una dieta y hábitos de vida saludables.
Vía: HealthDay News
