Pasar largas jornadas frente a dispositivos electrónicos puede generar estados de ánimo negativos, como irritabilidad, cansancio y agresividad, sin olvidar que trae consigo problemas de sueño, de acuerdo con la jefa del Servicio de Neurología del Hospital Universitario (HU), Beatriz Chávez Luévanos.
«La luz de los dispositivos afecta los niveles de la hormona melatonina, (misma) que regula los ciclos del sueño y generalmente se produce durante la noche. Si estás expuesto por demasiado tiempo a la luz, esta hace que no se produzca de buena forma, o que lo haga de modo más lento», enfatizó.
En este sentido, los dispositivos electrónicos dificultan la capacidad para iniciar el sueño y quedarse dormido, situación que, erróneamente, se confunde con insomnio. “El hecho de que se use algún dispositivo electrónico (antes de dormir) afecta la producción y altera ciertas hormonas y enzimas que se originan durante las primeras horas del sueño”.
Esto provoca problemas en todos los aspectos, pues justo en ese momento del día los niños producen la hormona de crecimiento. Otros efectos negativos son:
- Disminuye la capacidad cognitiva.
- Reduce la concentración.
- Fomenta la irritabilidad, el enojo y la agresividad (síntomas más comunes en los niños).
- Aumenta el cansancio.
“Se presenta como una especie de inhibición de la persona. Por ejemplo, un adulto está en una reunión de trabajo y por más que estén hablando de temas relevantes, no hay una atención a lo que se está diciendo», señaló.
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¿Cuánto tiempo debemos dormir?
- Bebé: 12 horas al día.
- Niño en etapa escolar: de nueve a 10 horas.
- Adolescente: de ocho a nueve horas.
- Adulto: ocho horas.
Es importante que, antes de dormir, no haya ningún aparato electrónico dentro de la habitación, independientemente de la edad de la persona. De igual forma, debe existir una buena organización nocturna, que determine la hora de cenar, ducharse y dormir, de acuerdo con la Academia Americana del Sueño.
Vía: Notimex
