Los accidentes son una importante fuente de preocupación para los padres de familia. Cuando un pequeño se accidenta, lo primero que suelen hacer sus progenitores es lamentarse por haberse descuidado o lamentar no ser lo suficiente restrictivo con sus hijos. No obstante, una especialista asegura que los accidentes son algo que, por más que se prevengan, casi siempre sucederán.

“Aunque cubras el suelo debajo de los columpios con materiales suaves y les pongas casco a todos (tus hijos), la vida no siempre va bien y terminamos sintiendo arrepentimiento”, expone Perri Klass, destacada pediatra y escritora estadounidense.

“Los niños que se las arreglan para evadir todas las medidas de seguridad pueden terminar en la sala de emergencias y sus padres tienen que abrazarlos, llevarlos a casa y seguir con la vida”, expone Perri, quien además es miembro del Consejo Asesor Nacional del Instituto Nacional de Salud Infantil y Desarrollo Humano, en Estados Unidos.

No obstante, el objetivo de la especialista no es sonar pesimista. Al contrario, es invitar a los padres de familia a que, en su intento por proteger a sus hijos, no descuiden cosas importantes, como dejarlos hacer cosas divertidas o que intervengan con su sano desarrollo físico y social, como impedirles salir a jugar a la calle o limitarlos a solo realizar actividades sedentarias.

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Para Perri, “no hay otro empleo en nuestra vida que sea tan difícil como este (ser padre); no hay trabajo que nos importe tanto. Por mucho que lo intentemos, no hay esperanza de controlar todo lo que suceda”.

“Desde luego, todos deberíamos aprender las reglas de seguridad y salud adecuadas: bloqueador, cascos para subirse a una bicicleta, usar los cinturones de seguridad, vacunarse y tener cuidado con los líquidos calientes. Pero aun así, (a veces) las cosas suelen salir mal”, comparte la pediatra, quien también es madre de familia.

Como expone Perri, “nadie es perfecto. Ni los doctores experimentados ni los novatos, ni los pediatras ni los padres”, por lo que no debes achacarte todas las responsabilidades. Lo que puedes hacer es tomar las medidas de seguridad apropiadas y vigilar en medida de tus posibilidades a tus hijos; enseñarles a cuidarse por sí mismos y explicarles que algunas veces las cosas pueden salir mal, lo cual no debe espantarlos, pues se trata de algo normal que le pasa a todas las personas, en mayor o menor medida.

 

Vía: The New York Times