Siempre se dice que el desayuno es la comida más importante del día, ya que con él se pone fin a varias horas en que el cuerpo no ha recibido alimento mientras ha estado en su fase de descanso. Asimismo, la primera comida del día ayuda a la concentración ya sea en el trabajo o en los estudios, y hace que las personas sientan menos cansancio o no estén de mal humor.

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Los nutriólogos son enfáticos en decirlo: tomar un buen desayuno es fundamental para la salud y alimentación, ya que el cerebro requiere más de 120 nutrientes cada milisegundo, y tras un largo ayuno de diez horas, aparece como la ingesta trascendental para el organismo.

En este artículo te presentamos 5 de los errores más comunes que cometemos a la hora del desayuno:

 1.- No ingerir suficientes proteínas: Un plato de cereales con una taza de leche, puede parecer una buena opción para el desayuno, el problema es que frecuentemente las personas no se toman toda la porción de leche y como las proteínas se digieren más lento que los carbohidratos, es probable que la sensación de hambre llegue más temprano que tarde.

Agregar un huevo duro al desayuno te puede ayudar a obtener más proteínas. También puedes consumirlas a través de una tostada integral.

2.- Consumir muy poca fibra: El azúcar presente en la mayoría de los cereales para el desayuno, se digiere muy rápidamente y, en consecuencia, aparece el hambre. Por el contrario, mientras más fibra se consuma, la sensación de saciedad durará más tiempo. Es importante que los cereales tengan al menos cinco gramos de fibra y que siempre haya más de esta última que de azúcar.


Para obtener más fibra, agrega chía o semillas de linaza. Si eliges esta última opción, asegúrate de molerlas antes, para aprovechar todos sus beneficios nutricionales.

3.- No ingerir grasas: Una comida sin grasas puede hacerte sentir hambriento dentro de una hora. Por esta razón se sugiere que a la hora del desayuno reemplacen el yogurt sin grasas, por uno que tenga un 2% de ellas, o bien le agreguen algunas nueces para evitar la sensación de hambre a corto plazo.

4.- Consumir insuficiente cantidad de comida: Los desayunos del tipo «llegar y llevar» -por ejemplo, tomar una manzana y comerla camino al trabajo- no son buenos para comenzar bien el día. Por esto, se recomienda que la primera comida se consuma estando sentados y conscientes de lo que se ingiere. Entre 300 y 400 calorías bastan para que las personas se sientan satisfechas, a medida que la hora de almuerzo de acerca, esas calorías extras no serán relevantes y habrán ayudado a no alimentarse en exceso.

5.- Desayunar demasiado tarde: Mientras más tiempo se demore la persona en tomar su desayuno, más hambrienta estará y le será más difícil sentirse satisfecha una vez que coma. Si el desayuno está cerca del almuerzo, su objetivo de proveer combustible después de varias horas sin comer, ya no tendrá sentido.