La anemia por deficiencia de hierro es un tipo común de anemia —condición en la cual la sangre carece de suficientes glóbulos rojos saludables—. Los glóbulos rojos transportan oxígeno a los tejidos del cuerpo. Debido a que las mujeres pierden sangre durante la menstruación, en general se encuentran en mayor riesgo de desarrollar anemia por deficiencia de hierro.

Como su nombre indica, esta anemia se debe a la insuficiencia de hierro. Si las concentraciones de este elemento químico son bajas, tu cuerpo no podrá producir cantidades adecuadas de hemoglobina, sustancia presente en los glóbulos rojos que les permite transportar oxígeno. Como resultado, la anemia por deficiencia de hierro (también llamada anemia ferropénica) puede dejarte cansada y sin aliento.

Usualmente, puedes corregir la anemia ferropénica con suplementos de hierro. A veces requerirás pruebas o tratamientos adicionales para combatirla, especialmente si tu médico sospecha que estás sangrando internamente.

En un estudio reciente, expertos de la Clínica Mayo descubrieron que las mujeres que se ejercitan durante largos períodos de tiempo, y/o participan en deportes donde se genera un impacto repetitivo en los talones, están en un riesgo especialmente alto de deficiencia de hierro y anemia ferropénica. Lo anterior es importante, porque, si te hace falta este micromineral, tu cuerpo no estará en su mejor rendimiento.

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Síntomas

Inicialmente, la anemia por deficiencia de hierro puede ser tan leve que pase desapercibida. Pero a medida que el cuerpo se vuelve más deficiente en hierro y la anemia empeora, los signos y síntomas se intensifican.

Las señales de la anemia por deficiencia de hierro pueden incluir:

  • Fatiga extrema
  • Debilidad
  • Piel pálida
  • Dolor en el pecho, latidos cardíacos acelerados o falta de aire
  • Dolor de cabeza, mareos o aturdimiento
  • Manos y pies fríos
  • Inflamación o dolor de la lengua
  • Uñas quebradizas
  • Deseos inusuales de consumir sustancias no nutritivas, como hielo, suciedad o almidón
  • Falta de apetito, especialmente en lactantes y niños con anemia por deficiencia de hierro

 

Vía: Clínica Mayo