Las pruebas de alergia pueden ser recomendadas a personas que sospechan tener reacciones a alérgenos tales como la caspa de animales, la comida, el polvo, el polen o algunos medicamentos, como la penicilina.

Cuando tienes una alergia, tu sistema inmunológico trata este tipo de sustancia inofensiva como una amenaza. Para combatir dicha amenaza percibida, tu sistema inmune produce anticuerpos llamados inmunoglobulinas E (IgE), según lo señala la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

La medición de los niveles de anticuerpos IgE en tu sangre puede indicar qué tan sensible eres a ciertos alérgenos.

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Dicha medición puede hacerse de dos maneras: Mediante una prueba llamada IgE total, que mide el número total de anticuerpos IgE en tu sangre; y mediante una prueba de IgE específica, que mide el nivel de anticuerpos IgE en respuesta a alérgenos individuales.

Recuerda que los síntomas de una alergia comúnmente incluyen: nariz tapada, estornudos y ojos llorosos. Los signos de una reacción más grave pueden incluir dificultad para respirar o vómitos.

La prueba de alergia, que es un examen de sangre, implica tomar una muestra de una vena de tu brazo, utilizando una aguja pequeña. Esto generalmente toma menos de cinco minutos.

Los resultados de estas pruebas pueden ayudar a tu médico a recomendarte un plan de tratamiento, el cual podría incluir inyecciones que finalmente te hacen menos sensible a las cosas que te producen reacciones alérgicas.

 

Vía: Health Day News / Medline Plus