Las mujeres corredoras que tienen un bajo peso corporal son más propensas a sufrir fracturas por estrés, causando a su vez que les tome más tiempo recuperarse de éstas; así lo reveló un nuevo estudio del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, en Estados Unidos, y publicado en la revista Current Orthopaedic Practice.

Para averiguarlo, los investigadores revisaron datos sobre docenas de lesiones sufridas por corredoras universitarias. De esta forma, hallaron que las corredoras con un índice de masa corporal (IMC) por debajo de 19 tuvieron más probabilidades de sufrir fracturas por estrés que otras. Recuerda que el IMC es una estimación de la grasa corporal basada en el peso y la estatura.

Las mujeres con bajo peso corporal también requirieron más tiempo para recuperarse tras la lesión. En quienes tuvieron las fracturas por estrés más severas, el tiempo de recuperación fue de 13 semanas para las mujeres con un IMC de 19 o mayor. Esto en comparación con las más de 17 semanas para aquellas con un IMC por debajo de 19, según el estudio.

«Encontramos que, con el tiempo, fuimos capaces de identificar los factores que ponen a las mujeres corredoras en un mayor riesgo de desarrollar una fractura por estrés», señaló el doctor Timothy Miller, coautor del estudio y profesor asistente de cirugía ortopédica clínica y medicina deportiva en el citado centro.

El experto añadió que uno de los factores más importantes que identificaron fue el bajo peso corporal, o el bajo índice de masa corporal.

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Tener poca masa muscular magra para disipar el impacto de los golpes repetitivos en superficies duras hace que los huesos de las piernas de las corredoras sean vulnerables a lesiones, subrayó Miller.

«Cuando el índice de masa corporal es muy bajo y la masa muscular se agota, no existe otro lugar que no sean los huesos para que el impacto por correr sea absorbido directamente. A menos que desarrollen masa muscular y optimicen su IMC, las corredoras continúan en riesgo de desarrollar una fractura por estrés», detalló.

Estas atletas deben mantener un IMC de entre 20 y 24, enfatizó Miller.

Una mujer que mide más de 1.50 m de altura y pesa 55 kg posee un IMC de 20, de acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EU.

Para evitar lesiones, Miller aconseja a las mujeres corredoras mantenerse en un IMC saludable, e incluir entrenamiento de resistencia en su rutina de ejercicio para fortalecer las piernas, «incluso si eso significa agregar peso de masa muscular adicional».

 

Vía: Health Day News