Comer frijoles, lentejas y otras legumbres puede ayudar a reducir las lipoproteínas de baja densidad o LDL, el llamado colesterol malo, lo cual reduciría el riesgo de enfermedades del corazón, según sugiere un estudio.
Investigadores canadienses examinaron un total de 26 estudios realizados en Canadá y en los Estados Unidos, que incluyeron a un total de mil personas. El análisis de estos datos mostró que una ración diaria (¾ de taza) de leguminosas -es decir, alimentos como los frijoles, garbanzos, lentejas y chícharos- se vincula con una reducción del 5% en colesterol de lipoproteínas de baja densidad. El estudio no pudo confirmar una relación de causa efecto en esta disminución, pero sí pudo encontrar un fuerte vínculo.
Esta reducción del 5% en el colesterol LDL sugiere una disminución potencial del 5% en el riesgo de sufrir una enfermedad del corazón, de a cuerdo con el equipo liderado por el doctor John Sievenpiper, del Centro de Nutrición Clínica y Modificación de Factores de Riesgo del Hospital de San Michael, en Toronto.
Este efecto benéfico de las legumbres fue mayor en los hombres que en las mujeres. Esto podría deberse a que los hombres tienden a tener peores hábitos alimenticios y mayores niveles de coloesterol que las mujeres, y por ello podrían tener más beneficios si cambian a una dieta más sana.
Algunos de los estudios que fueron revisados reportaron problemas como distensión abdominal, flatulencia, estreñimiento o diarrea como resultado de comer legumbres. Sin embargo, frente a esto los expertos en nutrición señalan los beneficios de las leguminosas. “Al realizar un pequeño cambio en nuestra dieta, como es el consumir una ración al día de frijores, garbanzos, lentejas o chícharos -como una gran parte de la gente ya lo hace- , podemos tener una modesta reducción en nuestra incidencia de enfermedades cardiacas al disminuir nuestro ‘colesterol malo’, especialmente en los hombres”, destaca el doctor Robert Graham, médico internista y especialista en remedios naturales del Hospital Lenox Hill de Nueva York.
El señala que el análisis de estudios fue “sólido medotológicamente”, con personas a las cuales se les dio seguimiento cuando menos por tres semanas para probar el efecto del consumo de leguminosas en su salud. De acuerdo con Graham, esas tres semanas es el mismo umbral que la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos utiliza para evaluar cualquier producto que sostiene ayudar a disminuir el coesterol.
Anelo White, nutriólogo del Deporte y profesor clínico asistente en la Uiversidad de Quinnipiac, en Mandem, Connecticut, sostiene que las leguminosas son “una de las fuentes más subvaluadas de proteínas. Están cargadas con fibras que combaten el hambre y proteínas, por lo cual no estoy sorprendido por los resultados de este estudio”.
Vía: Health Library