¿Sabes que parpadeas entre 10 y 20 veces por minuto? Cada vez que sucede, tus ojos reciben unos pocos milisegundos de protección y un baño de humedad rápido. El parpadeo también elimina la mucosa que producen los ojos a lo largo del día.

Moco acumulado en comisura de los párpados

Cuando te duermes, no pestañeas. Por ello, el moco se acumula en el rabillo del ojo más cercano a la nariz, donde las pestañas se unen con el párpado.

El nombre correcto y comúnmente conocido de esta mucosidad son las famosas «lagañas», que de acuerdo con la Universidad de Utah, son una secreción de moco calcificado y mezclado con células de la piel, aceites, lágrimas y otras sustancias que caen por los ojos durante el sueño y, como dijimos, puedes apreciar en las comisuras de tus párpados cuando te despiertas. Médicamente, las lagañas reciben el nombre de «rheum».

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¿Lagañas anormales?

Mientras que las lagañas blancas o de color crema son normales (se forman cuando un irritante, como arena o tierra, entra en los ojos), las que tienen color amarillo o verde no lo son, y pueden ser signo de conjuntivitis o una enfermedad ocular crónica. Asimismo, podrían estar indicando la presencia de algún cuerpo extraño que no te permite parpadear o que tu ojo no ha podido limpiar, lo que a su vez puede ocasionar una abrasión de la córnea.

Ante ello, la institución señala que, si tus lagañas tienen un color anormal y no puedes parpadear normalmente, debes acudir con un oftalmólogo a la brevedad para que revise a fondo tu mucosa ocular.

 

Vía: Health Day News / WebMD