La mayor parte de las personas desconoce que consume una abundante cantidad de sal en los alimentos, asegura Ernesto Germán Cardona Muñoz, investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS).

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Cuando bebes un refresco, se ingiere más sal de la que se aconseja consumir durante todo un día. Al comer un duraznos en almíbar de lata, pan dulce o algún embutido ocurre la misma situación. El consumo de sal en exceso incide directamente en el desarrollo de la hipertensión arterial, mal que sufre el 31% de la población en México.

El experto del CUCS sostiene que lo más preocupante es que esta ingesta del condimento se esconde en productos que son parte de nuestro día a día, como los refrescos antes mencionados elaborados con altas cantidades de sodio y carbohidratos.

“Ésa sal que la gente le añade en la mesa, representa menos del 20% del consumo. La mayor parte de la sal que consumimos es la que se llama la sal oculta, que es cuando menos el 70% de lo que comemos, y el otro 5 o 10%, es el sodio que contienen los vegetales, las frutas y elementos naturales que consumimos”, sostiene Cardona.

México es el primer consumidor de refrescos del mundo. Por ende, consume más sal que el resto de los países, aunque se ingiera menos sal de mesa. Además, todos los productos que vienen en latas o botellas contienen conservadores hechos a base de sal, por lo que idealmente se recomienda comer alimentos naturales.

La hipertensión se subestima

Alrededor de 4 mil 600 jaliscienses mueren anualmente debido a la hipertensión y los problemas que con lleva. Por otra parte, 1,5 millones de personas (el 30% de la población del Estado), sufre de este trastorno.

No obstante, hay un gran subregistro de esta enfermedad. Esto ocurre porque, al ser asintomática, no se diagnostica a todas las personas que la padecen. El investigador de la CUCS afirma que esta patología se ha minimizado, sin importar que sea una de las afecciones que más gastos demandan en salud y que deriva en más complicaciones severas como ataques cardiacos, accidentes cerebrovasculares y daños renales.

“Cuando nosotros partimos de las estadísticas que, en lo actual el 31% de la población mexicana tiene hipertensión arterial, podemos decir que es la enfermedad más prevalente”, dice el experto.

El médico argumenta que la hipertensión arterial no ha tenido la importancia que amerita mediante la difusión de campañas preventivas, como sí se ha realizado con otras enfermedades como la diabetes y ciertos tipos de cáncer.