Si alguna vez te han preguntado por qué te gusta tanto un alimento y no sabes dar una respuesta concreta, quizá se debe a que la explicación se encuentra en tu ADN. De acuerdo con un reciente estudio estadounidense, los genes pueden influir en los alimentos que nos gustan.

El gusto de las personas hacia alimentos como el chocolate, la sal y las verduras ha sido vinculado con ciertas variantes genéticas, según los resultados de un estudio presentado en la reunión anual de la Sociedad Americana de Nutrición Clínica, en Chicago, Estados Unidos.

Dicho estudio encontró vínculos entre varios genes y los gustos alimentarios de las personas. Algunas de estas variantes son similares, por ejemplo, a las que se vinculan con el riesgo de obesidad y otras tienen que ver con la regulación hormonal, explicaron los investigadores.

“La investigación de verdad comienza a observar el rol de los genes en la ingesta de alimentos y el uso de los nutrientes”, comentó Lauri Wrigth, vocera de la Academia de Nutrición y Dietética y directora del doctorado en nutrición clínica de la Universidad del Norte de Florida, en Estados Unidos.

Los hallazgos encontrados amplían las evidencias de que las preferencias alimentarias se relacionan en parte con la variación genética. Principalmente, se han observado genes relacionados con los receptores del sabor, explicó Silvia Berciano, líder del estudio e investigadora en la Universidad de Tufts, en Boston.

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“Comprender cómo las diferencias genéticas afectan a la regulación neural de la conducta alimentaria significa que podremos predecir las tendencias conductuales del individuo”, explicó Silvia y expuso que esto podría ayudar a crear planes de dieta que sean “más fáciles de cumplir para el individuo”.

Por su parte, Lauri Wrigth comentó que comprender la genética de las preferencias alimentarias conducirá a una orientación más individualizada sobre la dieta. Y también indicó que “no queremos que la gente crea que no puede evitar hartarse de chocolate porque lo lleva en los genes”.

La especialista subrayó que, con ayuda, las personas pueden cambiar sus hábitos alimenticios, aunque estos se remonten a su infancia o a sus genes incluso. Lauri repuso que es esencial conocer los gustos y costumbres alimenticias de una persona para ayudarla a realizar cambios duraderos en su dieta.

Si consideras que tienes costumbres poco saludables a la hora de comer y que están mermando tu salud y calidad de vida, acércate con un profesional, expón tu preocupación y él te dará la mejor asesoría.

 

Vía: Health Library