¿El dolor que te causa la artritis es un obstáculo si deseas realizar actividad física? ¡De ninguna manera!

De hecho, el ejercicio puede ser vital para que mantengas tu movilidad.

La osteoartritis es una enfermedad de las articulaciones que afecta a millones de personas, más frecuentemente en las rodillas y la cadera, pero también en la parte inferior de la espalda y el cuello.

Los médicos la describen como una enfermedad degenerativa, lo que significa que la articulación se deteriora progresivamente con el paso del tiempo. Generalmente, esto se debe al simple desgaste a lo largo de los años o a un uso excesivo de tal articulación.

Esto surge cuando ocurre una ruptura del cartílago que cubre el extremo de cada hueso. El efecto de amortiguación se pierde. El resultado es dolor, hinchazón y problemas para mover la articulación que se ha visto afectada. Con el tiempo, los huesos mismos pueden dañarse.

¿Qué hacer? ¡Muévete!

Puede ser difícil, especialmente al principio, pero la actividad física es clave para tratar la osteoartritis. Los estudios han demostrado que el ejercicio no sólo ayuda a reducir el dolor, sino que además mejora la movilidad.

Ser activo también debería ayudarte a perder peso. Recuerda que el sobrepeso contribuye al dolor por osteoartritis.

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El primer consejo es que comiences lento y simple, de acuerdo con la Arthritis Foundation de Estados Unidos. El sólo caminar por el vecindario puede ayudarte. De igual manera lo hará una clase o rutina de ejercicios que sea divertida y fácil.

Agregar algunos ejercicios de fortalecimiento te permitirá desarrollar músculo alrededor de cualquier articulación afectada por la osteoartritis. Los ejercicios de rango de movimiento pueden ayudarte a ser más flexible y tener menos rigidez. Simplemente comienza con estiramientos suaves que lleven a tus articulaciones a través de tu rango completo de movimiento.

El yoga y el tai chi también pueden ayudar a aliviar la rigidez y mejorar la flexibilidad.

Cualquiera que sea la actividad que elijas, sólo asegúrate de que sea fácil de realizar para tus articulaciones. Sin torsiones ni golpes. Además de caminar, otras buenas opciones incluyen andar en bicicleta, hacer ejercicios aeróbicos en el agua, nadar y bailar.

Sin embargo, la clave del éxito es prestar atención a cómo tu cuerpo tolera su nueva actividad. Y sé paciente con la artritis, ya que tu cuerpo puede demorar más tiempo para ajustarse a esta reciente actividad, señala el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU.

Si no has estado activo(a), comienza con sólo tres o cinco minutos de actividad dos veces al día. Una vez que tu cuerpo se haya ajustado, agrega 10 minutos a tu tiempo de actividad. Luego agrega 10 minutos más, y así sucesivamente, hasta que estés tan activo(a) como desees.

Para quienes les cuesta incluso caminar al principio, consideren trabajar con un fisioterapeuta. Este especialista puede crear un programa «hecho a la medida» según sus capacidades, y uno que pueda adaptarse a medida que se fortalezcan.

Por último, un recordatorio importante: consulta a tu médico antes de añadir nueva actividad y cada vez que experimentes dolor inusual o hinchazón en la articulación afectada por la osteoartritis.

 

Vía: Health Day News