Tan solo en Estados Unidos, menos de la mitad de los pediatras le preguntan a las mamás sobre si sufren depresión, a pesar de que la condición afecta a muchas mujeres con niños pequeños, dato que reveló recientemente un estudio publicado en la revista Journal of Pediatrics.
«La depresión materna a menudo se pasa por alto y no se trata porque las mujeres con problemas de salud mental no acceden de forma rutinaria al cuidado de su salud por sí mismas«, señaló la doctora Ruth Stein, médico asistente en el Hospital Infantil de Montefiore en la ciudad de Nueva York.
«La oficina del pediatra es un lugar que frecuentemente visitan las madres, ofreciendo valiosas oportunidades a los pediatras para identificar la condición y conectar a las madres con otros servicios que pueden ayudar a las familias a prosperar», agregó.
Para el estudio, los investigadores revisaron encuestas realizadas por la Academia Americana de Pediatría. Más de 450 pediatras respondieron durante 2004, y más de 300 participaron en 2013. El porcentaje de pediatras que preguntó a las madres sobre si tenían depresión aumentó entre esas encuestas, de 33 por ciento a 44 por ciento, según el estudio.
Pese al aumento de aproximadamente el 30 por ciento, la tasa sigue siendo demasiado baja y significa que muchas mujeres no son diagnosticadas ni tratadas, dijeron los investigadores.
La depresión afecta a alrededor del 40 por ciento de las madres con niños pequeños, y puede tener muchos efectos nocivos sobre los jóvenes en distintas áreas, tales como la alimentación, la construcción de relaciones y el desarrollo mental, explicaron los autores del estudio.
El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos publicó en estos días nuevas recomendaciones para que las mujeres embarazadas y las madres puedan controlar la depresión.
Bonnie Kerker, autora principal del estudio y profesora asociada en el departamento de psiquiatría infantil y adolescente en el Centro de Estudios del Niño del Centro Médico Langone, de la Universidad de Nueva York, señaló: «Nuestro estudio demuestra que la detección [de la depresión] por parte de los pediatras se ha incrementado en los últimos años, lo cual es prometedor».
«Sin embargo, no todos los pediatras creen que la salud mental o la salud de la familia está dentro del alcance de su práctica. Teniendo en cuenta cuánto sabemos acerca de las características de los padres como factores de riesgo para un pobre desarrollo del niño, tenemos que poner más énfasis en la comprensión de todo el contexto de la familia, y que los pediatras puedan proporcionar la atención adecuada para sus pacientes», concluyó Kerker.
Por lo anterior, si eres mamá con hijo o hijos pequeños, es altamente recomendable que no interiorices tus problemas. Si crees sufrir depresión debes acudir con un especialista para recibir tratamiento según sea tu caso, y es imprescindible que se lo comuniques al pediatra de tu niño, no esperando a que él o ella te pregunte si todo va bien contigo; y si lo hace mejor aún, no tengas pena de decirle cómo te sientes y menos si estás deprimida, ya que así además de ayudarte a ti misma también ayudarás a tu pequeño(a).
Tener un hijo es una experiencia que involucra mucho compromiso, esfuerzo y desgaste físico y mental, por lo que nunca debes pensar que siempre debes cargar con toda esa responsabilidad tú sola. Asimismo, acércate a tu cónyuge y a tus seres queridos.
Vía: Health Library
