De acuerdo con un estudio publicado en la revista Pediatrics, las medidas cucharada y cucharadita que se emplean para administrar medicamentos a los niños, en ocasiones llevan a errores al darles la dosis. Estos errores, pueden incluso provocar algunos problemas como alguna intoxicación.
Por ello, la doctora Shonna Yin, profesora asistente de pediatría de la Facultad de Medicina de la NYU y líder de la investigación, indicó que utilizar los milímetros en las indicaciones para los medicamentos líquidos ayudaría a reducir la confusión y reducir los errores.
Los resultados se dieron luego de observar a 287 padres que suministraban un medicamento a sus hijos; 39 por ciento de los padres midieron de forma incorrecta la dosis deseada. De esta forma, quienes usaron medidas en cucharadas o cucharaditas tenían 2.3 veces más probabilidades de servir mal la dosis y 1.9 veces más de no seguir la receta de forma precisa.
Y es que una tercera parte de los padres eligieron una cuchara de cocina para de ahí dar el medicamento, lo cual resulta preocupante dado que los fármacos se recetan a los niños según su peso y puede conducir a problemas, ya sea que aumenten los niveles de toxicidad o que no sea suficiente para el paciente.
- Las indicaciones en milímetros o las jeringas orales para medir de forma precisa son formas que permiten evitar estos errores. Asimismo, los padres no deben dudar en pedirle al doctor que haga que la receta de su hijo sea más fácil de administrar.
- En todo caso, la Academia Americana de Médicos de Familia añade que es conveniente pedir una hoja con toda la información sobre el fármaco que se va a dar y asegurarse de escribir en la etiqueta para qué es.
- Sólo dale al niño la dosis indicada y pedir el dispositivo más adecuado para ser preciso.
- Es importante administrar la medicina como el doctor lo indicó y continuar dándola durante el tiempo prescrito, incluso si el niño se siente mejor.
- Hablar inmediatamente con el médico si el niño tiene un problema secundario.
Vía: HealthDay News