De acuerdo con un estudio publicado en la revista académica británica BMJ (British Medical Journal), y realizado en la Universidad de Tokio, los hombres calvos tienen 32% más probabilidades de desarrollar una patología que ataque sus arterias coronarias.

calvicie-enfermedades-cardiacas

La calvicie es un problema que afecta millones de hombres en todo el mundo y que todavía no tiene una solución eficaz. Según las estadísticas, la “alopecia andro-genética”, un tipo de calvicieespecífica, afecta por lo menos al 40% de la población masculina a nivel mundial.

Esta condición puede empezar desde edades muy tempranas, alrededor de los 20 años, o puede demorarse un poco más. Como regla general, los médicos siempre han pensado que se trata de un problema debido a cambios hormonales y que no tiene más repercusiones que las meramente estéticas. Sin embargo, ahora científicos japoneses han puesto en tela de juicio esta creencia.

Evidencia científica

Un análisis reciente, realizado en la Universidad de Tokio (Japón), ha encontrado que la calvicie común (alopecia androgénica) está vinculada a un mayor riesgo de enfermedad cardiaca coronaria, pero sólo si ésta aparece en la parte superior (o coronilla) de la cabeza, es decir, la calvicie de la parte delantera (popularmente conocida como “las entradas”), no está vinculada a este riesgo.

Para llegar a estas conclusiones, el equipo de Tomohide Yamada, Kazuo Hara, Hitomi Umematsu y Takashi Kadowaki, realizó un análisis de múltiples investigaciones publicadas.

El estudio de los resultados mostró que los hombres que habían perdido la mayor parte de su cabello eran 32% más propensos a desarrollar enfermedad arterial coronaria que los que mantenían su cabello en toda la cabeza.

Cuando se limitó el análisis a hombres de entre 55 y 60 años, apareció un patrón similar. Los hombres calvos o con una pérdida amplia de cabello eran 44% más propensos a desarrollar enfermedad arterial coronaria.

Nuevas investigaciones

Las explicaciones de las causas de esta asociación pueden ser varias, e incluyen la posibilidad de que la calvicie pueda indicar resistencia a la insulina, que es precursora de la diabetes; un estado de inflamación crónica; y una mayor sensibilidad a la testosterona. Las tres cosas están implicadas directa o indirectamente en elevar el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.

Con todo, la relación entre una y otra circunstancia no ha quedado totalmente aclarada, así como tampoco sus posibles razones, por lo cual uno de los responsables del estudio, el doctor Tomohide Yamada, aclara que todavía falta recolectar evidencia al respecto.