Investigadores recién revelaron información que a todos debería importarnos, más si somos padres, pues señala que la presencia de un germen particular en la garganta de los niños también podría significar que tienen esa misma infección en los huesos o las articulaciones.

Los nuevos hallazgos conducirían al desarrollo de tratamientos mejorados para infecciones de esta índole, muchas de ellas consideradas como devastadoras y mortales.

Los científicos creían que la mayoría de las infecciones óseas y articulares en los niños eran causadas por varios tipos de bacterias, incluyendo estafilococos y estreptococos.

Ahora, un grupo de expertos fue capaz de hacer un mejor trabajo de identificación de los gérmenes causantes de estas infecciones, incluyendo el que es el nuevo foco de estudio: la bacteria Kingella kingae.

El trabajo, publicado hoy en la revista CMAJ, examinó a 77 niños en Canadá y Suiza. Los niños tenían entre 6 meses y 4 años de edad, y confirmaron tener infecciones óseas o articulares. Los investigadores los compararon con otros casi 300 niños.

«Usando métodos diagnósticos mejorados, nuestro estudio encontró que la gran mayoría de los niños menores de 4 años de edad que sufren de una infección ósea o conjunta fueron infectados por la bacteria Kingella kingae«, comentó la doctora Jocelyn Gravel, de la Universidad de Montreal y autora del estudio.

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«Lo que es más importante, descubrimos que el 70 por ciento de los niños que tenían una infección ósea / articular portaba estas bacterias en su garganta, mientras que es poco común en los niños no infectados —en sólo el 6 por ciento—», añadió la especialista.

Los investigadores dijeron que pueden aprovechar esta información para diseñar mejores tratamientos infantiles contra las infecciones óseas o articulares.

«Con base en este estudio, tenemos previsto cambiar la forma en que investigamos a los niños en riesgo de infección ósea / articular, pues la identificación de K. kingae en la garganta de un niño con una sospecha de infección ósea, apuntará a K. kingae como la culpable», destacó Gravel.

«Esto disminuiría el número de otras pruebas realizadas para identificar al patógeno», puntualizó.

Actualmente, los antibióticos son el tratamiento común para las infecciones óseas y articulares en los niños, según la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos. Sin embargo, pueden pasar varias semanas para que las infecciones desaparezcan, por lo que la cirugía suele ser necesaria en algunos casos. En los casos más graves, la bacteria puede llegar a infectar las válvulas del corazón (endocarditis).

Si tu hijo tiene una infección en la garganta y/o crees que podría tenerla en sus huesos o articulaciones, acude a la brevedad al médico, a fin de que evalúe a plenitud a tu niño y determine el tipo de infección y tratamiento a seguir para erradicarla.

 

Vía: Health Day News