Mucha gente piensa que ahorrar en alimentos es una buena idea. Ya sea para enfrentar la cuesta económica de principios de año o para tener un «guardadito» para emplear en otras cosas. En la actualidad muchos hogares con familias grandes e ingresos apretados, sacrifican las compras de alimentos nutritivos por consumibles de menor calidad.
Sin embargo, esto es un arma de doble filo, ya que no hay que economizar a costa de mermar la salud y fomentar el sobrepeso, advierten expertos del Instituto Médico Europeo de la Obesidad (IMEO).
Los especialistas explican que según el informe ‘Generación XXL’ elaborado por IPSOS, la tercera compañía global de investigación de mercados, “la crisis económica global es uno de los principales factores del auge de casos de obesidad a nivel mundial en los últimos años”.
Esta investigación explica que en diversos países del mundo se han reducido las ventas de carne, vegetales y frutas, mientras que productos envasados como galletas o pizza han crecido en los últimos 5 años.
A nivel global, el 17 por ciento de los encuestados señaló que una de las principales barreras a la hora de llevar a cabo un estilo de vida más saludable, es que “resulta caro”, y el 79 por ciento apunta que “vivir mejor” es hoy en día más difícil que nunca.
“En muchos casos se trata de pizzas, zumos envasados y refrescos con altos niveles de azúcar; bollería industrial y precocinados de poco precio, pero escasa calidad e índices calóricos muy elevados, lo que puede repercutir en un incremento de los casos de obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares”, señaló Rubén Bravo, portavoz del IMEO.
Frente a este panorama, el especialista aseguró que se puede hacer las compras de alimento de manera responsable y sobre todo sin afectar a nuestra economía, llevando a cabo las siguientes recomendaciones para comer sano a bajo precio:
1.- Debemos hacer nuestras compras sin hambre, con lo cual evitaremos satisfacer nuestros antojos espontáneos con comida rápida de preparar como pizzas, bollos, bebidas azucaradas o alimentos precocinados de poco precio pero escasa calidad.
2.- Para poder revisar la información nutrimental y elegir el producto más indicado es necesario ir de compras sin prisa.
3.- Si nuestra familia se compone de una o dos personas podemos adquirir productos que vengan en presentaciones de tres o cuatro insumos empaquetados en una sola presentación, ya que suelen ser más baratos que si los conseguimos de forma individual.
4.- Comprar la verdura y la fruta a última hora de la tarde es algo muy inteligente, puesto que en algunos mercados o supermercados hacen muy buenas ofertas a estas horas para no tirar el sobrante.
5.- Si queremos comprar por ejemplo lácteos, es recomendable adquirir las presentaciones de medio litro en lugar de las raciones individuales, al ser estos primeros más económicos.
6.- Comprar los productos no perecederos, como la leche, aceite, latas de pescado, botes de verdura o galletas, en gran cantidad cuando haya buenas ofertas.
7.- Los alimentos frescos como las manzanas o filetes es mejor comprarlos por unidad, ya que si no lo consumimos en un tiempo considerable puede echarse a perder.
8.- Las legumbres como las lentejas y frijoles son muy económicas y nutritivas. ¡Consúmelas!
9.- Un alimento que no puede faltar en nuestra dieta es el pescado, que tiene grandes cantidades de Omega 3 y previene de enfermedades del corazón. Si bien es cierto que este producto es caro se puede optar por la panga o el atún enlatado.
10.- Tenga cuidado con el envase antes de pesar el producto, ya que en algunos establecimientos nos pesan el producto con papeles gruesos de estraza, que pesan unos 20 o 30 gramos. Según lo que uno compra, el envase o el papel pueden ser cobrados a precio de embutido, carne o pescado.
Vía: IMEO
