El agua es un nutriente esencial para el adecuado funcionamiento del cuerpo humano. El presente artículo describe los patrones de ingesta del líquido en una comunidad de un país en vías de desarrollo y compara la ingesta diaria de los mismos con referencias internacionales y examina si la variación en cómo las personas adquieren el agua se traduce a enfermedades gastrointestinales.
Se realizo un estudio observacional en una población con acceso limitado al vital líquido. Los hombres y las mujeres reportaron consumir 4.9 litros y 4.4 litros de agua todos los días de todas las fuentes alimentarias, respectivamente. En promedio, el agua de los alimentos representó el 50% del consumo total de agua.
Trece por ciento de los participantes informaron de síntomas de enfermedad gastrointestinal. En un modelo de regresión logística ajustado por edad, índice de masa corporal, el sexo y el agua cruda consumido, cada incremento porcentual en agua obtenida de los alimentos se asoció con un menor riesgo de enfermedad gastrointestinal.
Estos hallazgos sugieren que las personas que no tienen acceso a agua limpia pueden depender de alimentos ricos en agua como una adaptación de la dieta para reducir la exposición a patógenos.
Vía: Public Health Nutrition
