Las señales de un infarto cerebral (o evento vascular cerebral [EVC]) pueden aparecer en una resonancia magnética (RM) años después del evento inicial. Si los síntomas fueron leves, es posible que una persona no sepa que tuvo un derrame cerebral hasta mucho después.

Un EVC ocurre cuando la sangre no puede llegar a partes del cerebro, como resultado de una obstrucción o una hemorragia. Esto conduce a la falta de oxígeno y nutrientes, lo que hace que las células del cerebro mueran.

Un médico puede ver signos de un evento vascular cerebral en cuestión de minutos u horas desde que aparecen los primeros síntomas de una persona. Las imágenes médicas también pueden determinar el tipo de EVC que ha tenido y mostrar qué áreas del cerebro se ven afectadas.

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De acuerdo con el tipo de máquina, una resonancia magnética puede detectar nuevos eventos cerebrovasculares en cuestión de minutos. Una RM también puede detectar infartos cerebrales antiguos durante décadas después de que sucedan.

El tipo más rápido de resonancia magnética es la imagen ponderada por difusión (DWI, por sus siglas en inglés). Esta mide los cambios en el líquido del cerebro y puede detectar un evento cerebrovascular poco después de su aparición.

Una RM también puede detectar evidencia de eventos cerebrovasculares pasados. Por ejemplo, en un estudio previo de 2014, los investigadores utilizaron resonancias magnéticas para monitorear los cambios en el cerebro entre 3 meses y 20 años después de un infarto cerebral.

 

Fuente: Medical News Today