Los infartos cerebrales causados ​​por hemorragias o fugas de sangre en el cerebro requieren diferentes estrategias de tratamiento. Los tratamientos para el evento cerebrovascular hemorrágico incluyen:

Medicamentos

A diferencia de un infarto cerebral isquémico, si tienes un evento cerebrovascular hemorrágico, el objetivo del tratamiento es hacer que la sangre se coagule. Por lo tanto, es posible que te den medicamentos para contrarrestar cualquier anticoagulante que tomes.

También se te pueden recetar medicamentos que permitan:

  • Reducir la presión arterial
  • Bajar la presión en tu cerebro
  • Prevenir las convulsiones
  • Prevenir la constricción de los vasos sanguíneos

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Embolización endovascular

Durante este procedimiento, tu médico guía un tubo largo hasta el área de la hemorragia o del vaso sanguíneo debilitado. Después, instala un dispositivo similar a una bobina en el área donde la pared de la arteria es débil. Esto bloquea el flujo de sangre hacia el área, reduciendo el sangrado.

Clipaje

Durante las pruebas de imagen, tu médico puede descubrir un aneurisma que todavía no ha comenzado a sangrar o que se ha detenido.

Para evitar un sangrado adicional, un cirujano puede colocar una pequeña pinza en la base del aneurisma. Esto corta el suministro de sangre y evita la posibilidad de que se rompa un vaso sanguíneo o de que se produzca un nuevo sangrado.

Cirugía

Si tu médico observa que se ha reventado un aneurisma, es posible que realice una cirugía para cortar el aneurisma y evitar un sangrado adicional. Asimismo, es posible que se requiera una craneotomía para aliviar la presión sobre el cerebro después de un evento cerebrovascular importante.

Además del tratamiento de emergencia, tu equipo de atención médica te aconsejará sobre formas de prevenir futuros eventos cerebrovasculares.

 

Fuente: Healthline