Las semanas y los meses posteriores al parto son un periodo que siempre es vulnerable para la madre, ya que se encuentra recuperando física y mentalmente por haber tenido un bebé. Es por ello que la presencia de los padres cobra gran relevancia.

De acuerdo con un reciente estudio sueco, la presencia de los padres en casa durante los primeros meses tras la llegada de un bebé marca una diferencia positiva significativa en la salud de las madres.

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Parte de ello se debe a que, tras el parto, las madres se enfrentan a la privación del sueño, a brindar cuidados continuos y a dar el pecho, por lo que la ayuda que pueden brindar los padres es invaluable.

El estudio

La investigación encontró que la presencia de los padres en casa tras el parto puede mejorar los cuidados de los bebés y las madres, incluso si solo significa pasar un par de días a la semana en casa.

En esos primeros meses, las madres se someten a una privación de sueño abrumadora, que puede hacer que se lleguen a encontrar aterradas existencialmente, en especial cuando se trata del primer bebé, apuntó Neel Shah, obstetra y profesor asistente de la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.

La presencia de los padres durante este periodo puede ayudar a evitar la necesidad de atención médica más grave al permitir, por ejemplo, que las madres puedan dormir, buscar cuidados preventivos o medicamentos al inicio de una infección.

El estudio también encontró que la salud de las madres empeora cuando los padres no están en casa los meses posteriores al nacimiento (periodo que algunas veces se conoce como el ‘cuarto trimestre’ debido a que el bebé todavía requiere muchos cuidados y el cuerpo de la madre sigue sometido a tantos cambios).

Recomendación

Tras el parto, las madres necesitan cuidados, no solo el bebé, indicaron las investigadoras responsables del estudio. “Cuando la madre está saludable, el beneficio en última instancia también es para el bebé”, añadieron.

Por ello, invitaron a los padres a tomar las medidas necesarias para garantizar su presencia en casa al menos uno o dos días a la semana durante los primeros meses tras el nacimiento de un hijo.

 

Vía: The New York Times