Investigadores de la Universidad McGill en Montreal, Canadá, han descubierto que los hombres y las mujeres podrÃan percibir de forma distinta el dolor crónico. El hallazgo resulta muy importante para comprender los conceptos básicos que explican la sensación de dolor y para crear nuevos analgésicos de acuerdo con el sexo del paciente.
Hasta ahora, se creÃa que la transmisión de señales disparada por una lesión en el cuerpo hasta el cerebro ocurrÃa mediante las células inmunitarias de la microglÃa, que se hallan en el sistema nervioso central. El nuevo trabajo publicado en la revista Nature Neuroscience, demostró que dicho proceso solo se presenta en los hombres.
Utilizando modelos de ratón, los cientÃficos redujeron el dolor crónico ocasionado por inflamación o lesión nerviosa al inhibir la capacidad de respuesta de la microglÃa a las señales de dolor recibidas por una herida. Los resultados arrojaron que la percepción se suprimió de forma efectiva en los ratones machos, mas no en las hembras. Esta diferencia fue vinculada a los altos niveles de la hormona masculina testosterona, que de hecho interactúa con la microglÃa.
Después de realizar otros experimentos, los investigadores observaron que, en el caso de las hembras, la transmisión del dolor no era generada por las células de la microglÃa, sino a través de otras células del sistema inmunitario, las células B y T. Que antes no se haya detectado esta diferencia, quizás se debió a que los estudios previos usaron casi exclusivamente ratones machos.
Como el sistema nervioso de los ratones es muy similar al de los humanos, especÃficamente en términos de los componentes involucrados en funciones como el dolor, el descubrimiento de los canadienses muestra potencial para desarrollar analgésicos más eficientes para la población femenina.
«Sabemos que el número de mujeres que sufren dolor crónico es mayor que el de los hombres, pero siempre hemos pensado que el modo de percibirlo era el mismo para ambos sexos«, señala Jeffrey S. Mogil, autor del estudio. «El conocimiento de que su base biológica es diferente según el género plantea cuestiones fundamentales en términos de investigación y éticos«.
Los investigadores esperan que su hallazgo sensibilice aún más a los cientÃficos en lo que respecta a la denominada medicina de género.
VÃa: Scientific American