Si tus niños juegan deportes como soccer o fútbol americano con mayor frecuencia e intensidad, existe una alta probabilidad de que sufran lesiones en las rodillas; así lo asegura un estudio reciente de la Universidad de Minnesota.

Una lesión de rodilla habitual en estos jóvenes deportistas es el desgarro del ligamento cruzado anterior (LCA), la cual se ha incrementado de manera constante entre los menores estadounideneses de 6 a 18 años de edad, con un aumento anual de más del 2 por ciento durante las dos últimas décadas, reportan los investigadores.

Estas lesiones alcanzan su punto máximo en la escuela secundaria, dijo el doctor Nicholas Beck, investigador principal del trabajo y residente de cirugía ortopédica en la citada universidad.

Según el experto, las mujeres poseen una tasa más alta de lesiones del LCA.

Los deportes en donde ocurren cambios de dirección repentinos o giros (como el fútbol y el básquetbol) son en los que mayor riesgo existe de sufrir desgarro del LCA. Asimismo, deportes de contacto como el fútbol americano incrementan aún más dicho riesgo. Estos desgarros también pueden presentarse al jugar tenis y vóleibol, dijeron los investigadores.

Aunque el trabajo no examinó las causas por las que estos desgarros están en aumento, el coautor del estudio Marc Tompkins acotó: «Una posible causa es la especialización deportiva a lo largo del año que se está produciendo en los niños a una edad más temprana».

Destacó que en vez de entrenar en varios deportes y usar distintos grupos musculares, los niños hacen lo mismo una y otra vez, lo que puede conducir a fatiga y a una mayor probabilidad de sufrir lesiones, incluyendo la lesión del LCA.

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«Otra causa posible es que los niños, en tanto que deportistas, juegan con una mayor intensidad y fuerza que hace 20 años, lo que podría poner al cuerpo en un riesgo mayor de lesión», agregó.

Los investigadores esperan que su estudio aumente la conciencia respecto a los desgarros del LCA en los deportistas jóvenes, y que fomente el interés en los programas preventivos o en el desarrollo de normas sobre participar en ciertos deportes.

Por su parte el doctor Stephen Swirsky, cirujano ortopédico del Hospital Pediátrico Nicklaus, en Miami, afirmó que una de las mejores maneras de reducir estas lesiones es enseñar buenas técnicas para correr, pues mejoran el funcionamiento y la agilidad.

De acuerdo con la Academia Americana de Cirujanos Ortopédicos (American Academy of Orthopaedic Surgeons), el ligamento cruzado anterior se ubica en el centro de la parte frontal de la rodilla. Es uno de los ligamentos que mantiene unidos a los huesos de esta articulación. Si se desgarra, el ligamento se parte en dos, provocando inestabilidad en la rodilla.

Cuando se produce el desgarro, comúnmente se escucha un crujido y se siente que la rodilla falla. Con base en la gravedad de la lesión, el tratamiento puede variar desde terapia física hasta cirugía.

 

Vía: Medline Plus