Es común sentir hambre después de hacer ejercicio. Si bien no es un problema, siempre y cuando se coman alimentos saludables, si intentas bajar de peso y comes mal, las calorías que ingieres podrían reemplazar a las que trataste de quemar durante el entrenamiento.

¿Es posible que la intensidad y duración del ejercicio ayuden a limitar el hambre? Algunos estudios han encontrado que el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (EIAI) puede ayudar a reducir el apetito.

El EIAI o HIIT implica alternar de 30 a 60 segundos de máximo esfuerzo con uno o dos minutos de descanso, un patrón que se repite durante una sesión de ejercicio de 20 a 30 minutos. Otras investigaciones aseguran que las sesiones largas de ejercicio, de hasta 90 minutos, son efectivas para reducir el hambre.

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Otras ventajas

Además, esta modalidad de ejercicio ayuda a quemar grasa: mientras más dure la sesión de ejercicio, más grasa quemarás, según otros estudios.

Aunque es una buena opción para perder peso, existen complicaciones, Por ejemplo, muchas personas no pueden hacer sesiones tan largas de ejercicio, sin olvidar que la respuesta al ejercicio es distinta en hombres y mujeres, haciendo que sea imposible sugerir alguna generalización sobre una rutina universal, de acuerdo con especialistas en el tema.

Recomendaciones

No importa la actividad que realices, si sientes hambre luego de tu rutina, come alimentos saludables —es importante hacerlo para recuperar energía—. También te recomendamos probar distintas opciones respecto al momento y duración del ejercicio para ver cuál tiene el mayor efecto de reducción del hambre en ti.

Considera hablar con tu médico antes de comenzar una nueva rutina de ejercicios, especialmente si padeces una enfermedad crónica. Diversas investigaciones han determinado que los intervalos pueden ser seguros y beneficiosos para las personas que padecen diabetes o enfermedad cardíaca. Sin embargo, es importante prevenir.

 

Vía: Hola Doctor