Los niños en edad escolar deben adoptar un estilo de vida saludable que les permita mantener un buen aprovechamiento. De acuerdo con especialistas, son tres los hábitos clave: consumir una dieta equilibrada, realizar actividad física diariamente y descansar lo suficiente —ocho horas por noche—.

Desafortunadamente, hay un punto importante dentro de la alimentación que muchos padres olvidan: la hidratación. Beber agua es tan importante como comer frutas y verduras. De hecho, es indispensable para que todas las funciones del organismo marchen adecuadamente, incluyendo aquellas ligadas al cerebro.

Un niño que se hidrata diariamente puede disfrutar de mejor…

  • Memoria.
  • Concentración.
  • Estado de alerta.
  • Coordinación.
  • Capacidades aritméticas.
  • Atención.
  • Humor.

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Recomendaciones

A decir de Ana María Villarreal, nutrióloga especialista en hidratación, los niños pequeños deben tomar 1.5 litros de agua, lo que equivale a 4 o 6 vasos por día. Es importante considerar que el cuerpo de los menores pierde agua constantemente; cuando van al baño, lloran o sudan al hacer ejercicio.

Si no sabes cómo incorporar el agua natural en la dieta de tu pequeño, puedes ofrecerle un vaso desde el desayuno. Se ha comprobado que esto mejora, en gran medida, el rendimiento escolar en materias que requieren mucha atención, como las matemáticas.

Los bebés y niños pequeños representan el grupo con más probabilidades de sufrir diarrea y vómitos, motivo por el que son especialmente vulnerables a la deshidratación. Además, la superficie corporal de un niño, en relación con su peso, es mayor que la de un adulto, por lo que pierden una mayor proporción de líquido en caso de fiebre alta o quemaduras.

Así que ya lo sabes, no esperes a que tus hijos te digan que tienen sed. Pon el ejemplo y promueve una buena hidratación dentro de tu hogar.

 

Vía: Notimex