hidratacio-iLa deshidratación podría provocar alteración en la función cerebral en los adultos jóvenes, además de afectar el proceso cognitivo. Los especialistas creen que durante todas las etapas de la vida es fundamental mantener funciones físicas y cognitivas adecuadas, y esto se logra por medio de una hidratación adecuada. Éstas son algunas de las conclusiones a las que se llegó en una conferencia sobre hidratación realizada durante los trabajos del XXXVII Congreso de la Sociedad Española de Ciencias Fisiológicas (SECF), en Granada.

Ana Adán, estudiosa del Departamento de Psiquiatría y Psicobiología de la Universidad de Barcelona explicó que la deshidratación moderada (2%) disminuye el flujo sanguíneo en diversas áreas del cerebro. En adultos jóvenes la subida en el nivel de deshidratación afecta las capacidades de alerta y concentración, que trae consigo fatiga, somnolencia y cansancio.

Estudios recientes, en los que se han utilizado técnicas de imagen como la resonancia magnética, han demostrado que los adultos jóvenes sanos, pero deshidratados necesitan tener más actividad neuronal para realizar funciones relacionadas con la percepción visual y espacial.

Otra capacidad que se ve mermada por una hidratación inadecuada son la de realizar actividades físicas. De hecho, la deshidratación podría poner en riesgo las funciones cardiovasculares y las que regulan la temperatura corporal, produciendo un incremento en el riesgo de enfermedades relacionadas con el calor.

Según Pilar Sánchez Collado, del Departamento de Ciencias Biomédicas de la Universidad de León, debido a la importancia que tiene el agua y los líquidos para las funciones fisiológicas, “no es de extrañar que desempeñe un papel fundamental durante la actividad física. Durante el ejercicio el cuerpo secreta sudor, una solución diluida de agua e iones”. Por esta razón, advierte, el nivel de líquidos que se ingiera después del ejercicio debe ser semejante al perdido a través del sudor.

Sobre este tema, la doctora Raquel Blasco, del Centro Regional de Medicina Deportiva de la Junta de Castilla y León recomienda: “De la misma forma que realizamos sesiones de entrenamiento cuando vamos a realizar un ejercicio físico prolongado, debemos utilizar estas sesiones para entrenar a nuestro organismo a estar correctamente hidratado para tener una adecuada reposición de fluidos».

En este sentido, Blasco agrega que el líquido debe tomarse en pequeñas cantidades que se vacíen correctamente desde el estómago y éstas sean absorbidas por los intestinos. “Para evitar las molestias digestivas provocadas por la ralentización del vaciamiento gástrico que se produce al hacer ejercicio físico, es importante empezar a beber desde el primer momento en que se comienza a entrenar. Igual de elemental es la composición de la bebida que se ingiera, que debe suministrar líquidos, carbohidratos y electrolitos en suficiente cantidad y velocidad para que se pueda mejorar el rendimiento deportivo”, puntualizó.

Vía: ABC