Tres guarderías infantiles de Salt Lake City, Estados Unidos, reportaron brotes de COVID-19. Ahora, un nuevo informe publicado en la revista Morbidity and Mortality Weekly Report, de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), encontró que 12 niños infectados inscritos en dos de esas instalaciones transmitieron fácilmente el SARS-CoV-2 a, al menos, 12 miembros de sus familias.

En un caso, un niño infectado sin síntomas de COVID-19 transmitió la enfermedad a su madre, que se puso tan enferma que tuvo que ser hospitalizada.

La historia de estos grupos vinculados a las guarderías ilustra cuán eficientes son los niños como vectores de transmisión de COVID-19, y qué medidas se pueden tomar para minimizar el riesgo, señalan los expertos.

«Si bien la COVID-19 suele ser menos grave en los niños en comparación con los adultos, los menores todavía pueden desempeñar un papel en la transmisión», comentó el doctor Robert Glatter, médico de emergencias en el Hospital Lenox Hill, en Nueva York, y ajeno al reporte.

«De hecho, un estudio anterior encontró que los niños mayores de 10 años pueden transmitir el virus con la misma eficacia que los adultos. Sabiendo esto, es vital tomar las precauciones adecuadas para reducir la transmisión, especialmente en entornos de cuidado infantil», aconsejó Glatter.

El problema es de suma importancia ya que millones de niños regresarán a la escuela con cautela este otoño.

El nuevo estudio fue dirigido por Cuc Tran, del Equipo de Respuesta COVID-19 de los CDC. Su grupo utilizó un rastreo de contactos detallado para mapear el origen y la propagación de los brotes de infección por coronavirus en tres guarderías separadas de Salt Lake City entre el 1 de abril y el 10 de julio.

En general, se sabía que un total de 12 niños que asistían a dos de las instalaciones estaban infectados con el nuevo coronavirus, según la investigación.

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Esos 12 niños fueron eficientes en transmitir el virus a su familia en casa: «La transmisión probablemente ocurrió de niños con COVID-19 confirmado en un centro de cuidado infantil al 25% a sus contactos fuera del centro», reveló el estudio.

Como es típico entre los niños, los 12 menores infectados no mostraron síntomas o fueron muy leves. Sin embargo, la infección se transmitió a 12 personas en el hogar; de esos casos, seis madres se infectaron al igual que tres hermanos, reportaron los CDC. Una madre terminó requiriendo atención hospitalaria por COVID-19.

El origen exacto de los brotes no está claro, pero se descubrió que varios miembros del personal de las guarderías que asistían tres días a la semana también estaban infectados. «Los miembros del personal de dos de las instalaciones tenían un contacto doméstico con COVID-19 confirmado o probable», indicaron los investigadores, pero estos empleados «fueron a trabajar aunque su contacto doméstico era sintomático».

Esa es una señal de alerta para cualquier institución de cuidado infantil, incluidas las escuelas, subrayó Glatter.

«Esto resalta la importancia de que los miembros del personal y quienes asistan a las instalaciones se pongan en cuarentena y se hagan pruebas si los miembros de su hogar tienen síntomas», recalcó.

Asimismo, existen otras formas en que las guarderías y otras instalaciones pueden reducir el riesgo. De acuerdo con las pautas de los CDC, «un aspecto vital de este enfoque incluye que todos los niños mayores de 2 años utilicen máscaras faciales», destacó Glatter.

Los CDC «también recomiendan el uso de máscaras faciales, particularmente entre los miembros del personal, especialmente cuando los niños son demasiado pequeños para usar máscaras», agregaron Tran y sus colegas. Además, es recomendable lavarse las manos con frecuencia, así como «limpiar y desinfectar las superficies de alto contacto de manera recurrente», enfatizaron los investigadores.

En cuanto a los niños que han regresado a la escuela, los hallazgos de Salt Lake City muestran que «depender de buenas medidas de salud pública es vital para prevenir este tipo de propagación, así como mantener a los niños socialmente distantes de los miembros vulnerables de la familia mientras acudan a la escuela», puntualizó el doctor Eric Cioe-Pena, director de salud global en Northwell Health, en New Hyde Park, Nueva York.

«Eso no evitará la propagación en las escuelas, pero ayudará a mitigar los efectos», añadió el médico.

 

Vía: Health Day News