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Cuando escuchamos sobre la glucosa, solemos pensar en la diabetes y sus riesgos. Si bien tienen una fuerte relación, el azúcar presente en los alimentos no tiene un efecto meramente negativo. De acuerdo con Lourdes Massieu, investigadora de la División de Neurociencias del Instituto de Fisiología Celular de la UNAM, se trata del mejor combustible para el cerebro.

Para obtener sus beneficios, es indispensable mantener un buen nivel de azúcar en la sangre —ni mucho, ni poco—, principalmente las personas mayores de 50 años, quienes podrían desarrollar hipoglucemia y «estar al borde de la inconsciencia”.

En lo que respecta a niños y jóvenes, el cerebro consumiría todo lo que el cuerpo le dé ante poca glucosa, en especial proteínas y grasas. “Primero se va a comer su músculo, las proteínas, las grasas y los adipocitos (…) El cerebro es muy responsivo en ese sentido, no (se queda) sin glucosa”, dijo.

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Cuando un cerebro tiene estrés nutricional, no tiene suficiente combustible para funcionar, es decir no tiene glucosa. Esto resulta en un problema, pues, a diferencia de lo que piensas, se trata de un órgano que trabaja todo el tiempo, incluso cuando duermes. Entre los riesgos se encuentran: pérdida de neuronas, interrupción de flujo sanguíneo al cerebro, crisis hipoglucémica, entre otros.

¿Sabías que tu cerebro aprovecha el 20% de la energía metabólica total de tu cuerpo y consume el 25% de toda la glucosa que comes? Lleva una dieta saludable y evita caer en los excesos. Recuerda que puedes comer tus platillos favoritos, siempre y cuando cuides las porciones.

 

Vía: Notimex