Si te hospitalizaron por COVID-19 y te preocupa saber si tu situación empeorará, un marcador sanguíneo común podría predecir la gravedad de tu enfermedad, así lo reveló nueva investigación publicada en la revista JAMA Network Open. El marcador sanguíneo se llama «ancho de distribución de glóbulos rojos» (RDW, por sus siglas en inglés) y básicamente, cuanto mayor es la variación en el tamaño de los glóbulos rojos, peor es el pronóstico del paciente, señalaron los autores.

El resultado de la prueba RDW de un paciente con COVID-19 «se correlacionó fuertemente con la mortalidad del paciente, y la correlación persistió al controlar otros factores de riesgo identificados, como la edad del paciente, otras pruebas de laboratorio y algunas enfermedades preexistentes», detalló el doctor Jonathan Carlson, del Hospital General de Massachusetts (MGH) en Boston, y coautor del trabajo.

La nueva investigación fue dirigida por el doctor John Higgins, patólogo del citado hospital y profesor asociado de biología de sistemas en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.

«Queríamos ayudar a encontrar formas de identificar a los pacientes con COVID de alto riesgo tan pronto y tan fácilmente como fuera posible, así como a aquellos con probabilidades de enfermarse gravemente y que pueden beneficiarse de intervenciones agresivas, y a pacientes hospitalizados con probabilidades de empeorar más rápidamente», subrayó Higgins.

Para lograrlo, analizaron las pruebas de sangre de más de 1,600 adultos diagnosticados con infección por SARS-CoV-2 que habían sido ingresados ​​en uno de los cuatro hospitales del área de Boston durante marzo y abril de 2020.

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Higgins y su equipo esperaban descubrir algún marcador sanguíneo oscuro que pudiera predecir malos resultados del COVID-19. Pero rápidamente descubrieron que el RDW, que ya se utiliza en los análisis de sangre estándar, se ajustaba fácilmente a los requisitos.

De hecho y según los investigadores, los pacientes cuyos valores de RDW estaban por encima del rango normal cuando fueron admitidos por primera vez en el hospital tenían un riesgo de muerte 2.7 veces mayor que el de los pacientes cuyos resultados de las pruebas se mantuvieron en el rango normal. En general, el 31% de los pacientes con resultados de la prueba RDW por encima de lo normal fallecieron, en comparación con el 11% de aquellos con resultados normales de la prueba RDW.

Y si la tasa de RDW de un paciente era normal al momento de la admisión, pero después comenzaba a elevarse a niveles por encima de lo normal, también se correlacionó con un incremento en las probabilidades de muerte del paciente, mostraron los resultados.

El siguiente paso para el equipo de Boston es descubrir por qué un puntaje RDW alto se relaciona con peores resultados. «Dichos descubrimientos permitirían diseñar nuevas estrategias de tratamiento o identificar mejores marcadores de gravedad de la enfermedad», destacó el doctor Aaron Aguirre, cardiólogo y médico de cuidados intensivos del MGH y coautor del estudio.

Por su parte, la doctora Teresa Murray Amato, presidenta de medicina de emergencia en Long Island Jewish Forest Hills, en la ciudad de Nueva York, y ajena al estudio, dijo que «un RDW elevado puede ser un indicador de mala salud general» en cualquier paciente hospitalizado.

Si poco después de la admisión hospitalaria supiéramos si el paciente tiene o no un alto riesgo de muerte, «seríamos mejores al momento de adaptar el tratamiento, a fin de brindar a nuestros pacientes los mejores resultados posibles», dijo Amato.

 

Vía: Health Day News