Las úlceras gástricas y duodenales son dos tipos distintos de úlcera péptica. La distinción principal es que afectan diferentes partes del tracto digestivo. Una persona podría tener ambas al mismo tiempo. Algunas causas de las úlceras pépticas incluyen un exceso de ácido estomacal, una infección bacteriana y ciertos medicamentos.

Las úlceras gástricas se forman en el revestimiento del estómago, mientras que las úlceras duodenales se desarrollan en el revestimiento del duodeno, que es la parte superior del intestino delgado.

Muchas personas con úlceras pépticas dependen del tratamiento médico para aliviar sus síntomas. Tales úlceras a veces se curan solas, pero pueden reaparecer si la persona no recibe tratamiento.

Los síntomas de las úlceras gástricas y duodenales suelen ser similares. La queja más común es un dolor ardiente en el estómago.

Las úlceras duodenales también pueden ocasionar dolor abdominal unas horas después de comer.

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Dicho dolor tiende a responder bien a los medicamentos o alimentos que reducen el ácido estomacal, pero conforme desaparecen los efectos de estos, el dolor generalmente regresa.

El dolor abdominal de una úlcera duodenal puede empeorar cuando el estómago se encuentra vacío, por ejemplo, entre comidas, por la noche o a primera hora de la mañana.

Otros síntomas comunes de las úlceras pépticas incluyen:

  • Acidez estomacal o indigestión
  • Sentirse lleno(a), incluso cuando el estómago está vacío
  • Hinchazón
  • Gas
  • Náuseas

Algunas personas con estas úlceras desarrollan intolerancias a alimentos específicos, que pueden hacer que la persona se sienta enferma. Asimismo, pueden empeorar los síntomas relacionados con la úlcera.

 

Fuente: Medical News Today