Las vías intestinales o gastrointestinales incluyen el esófago, el estómago, el intestino delgado, el intestino grueso o colon, el recto y el ano. A decir de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la hemorragia puede provenir de una o más de estas zonas y la cantidad de sangre puede ser tan pequeña que sólo se detecta con pruebas de laboratorio.

Los signos de hemorragia en el tracto digestivo dependen de dónde se encuentra y cuánto sangrando hay. Estos incluyen:

  • Sangre de un color rojo brillante en el vómito.
  • Vómito que parece café molido.
  • Heces negras o alquitranadas.
  • Sangre oscura mezclada con heces.
  • Heces mezcladas o recubiertas de sangre de color rojo brillante.

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Es importante aclarar que la hemorragia gastrointestinal no es una enfermedad, sino el síntoma de una enfermedad. Existen muchas causas posibles de hemorragia gastrointestinal, entre ellas se encuentran las hemorroides, úlceras pépticas, desgarres o inflamación en el esófago, diverticulosis y diverticulitis, colitis ulcerativa o ulcerosa y enfermedad de Crohn, pólipos del colon o cáncer de colon, estómago o esófago.

De acuerdo con expertos, la prueba que se utiliza para conocer la causa de la hemorragia gastrointestinal se llama endoscopía. Durante el examen, se utiliza un instrumento flexible que se inserta a través de la boca o el recto para ver el interior de las vías intestinales. Un tipo de endoscopía que analiza el intestino grueso se llama colonoscopía.

Si presentas síntomas, consulta a un especialista de inmediato. 

 

Fuente: Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos