Los especialistas consideran el uso de cirugía para tratar la enfermedad de Crohn cuando ninguna otra opción ha dado resultados, pero las tres cuartas partes de las personas con la afección finalmente requerirán algún tipo de cirugía para aliviar tanto sus síntomas como sus complicaciones.

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Esto ocurre cuando los medicamentos ya no funcionan, o cuando los efectos secundarios se tornan demasiado graves y ya no es posible tratarlos de esa forma. En estos casos, el médico a cargo puede considerar una de las siguientes cirugías:

  • Plastia de constricción. Ensancha y acorta los intestinos en un intento por reducir los efectos de la cicatrización o el daño al tejido.
  • Resección intestinal. Durante este procedimiento, se extraen porciones del intestino dañado. El intestino sano se sutura para reformar los intestinos.
  • Ostomía. Esta crea un orificio a través del cual tu cuerpo puede eliminar los desechos. Por lo general, se realiza cuando se extirpa una porción del intestino delgado o grueso. Puede ser permanente o temporal cuando tu médico desea darle tiempo a tus intestinos para sanar.
  • Colectomía. Con ella se extraen las secciones del colon que se encuentran enfermas o dañadas.
  • Proctocolectomía. Es una cirugía para extirpar el colon y el recto. Si te sometes a ella, también necesitarás una colostomía (un orificio en el intestino grueso para vaciar los desechos).

RECUERDA: La cirugía para tratar la enfermedad de Crohn permite aliviar los síntomas, pero no está exenta de riesgos. Habla con tu doctor sobre cualquier inquietud que puedas tener respecto a estos procedimientos si tú o un ser querido padecen la afección.

 

Fuente: Healthline