De acuerdo con la Fundación Internacional para los Trastornos Gastrointestinales, la biorretroalimentación es una herramienta de reeducación neuromuscular que los terapeutas pueden utilizar para saber si ciertos procesos en nuestro cuerpo están funcionando correctamente.

En concreto, es un proceso indoloro que utiliza una computadora y un monitor de video para mostrar funciones corporales de las que generalmente no somos conscientes. Sensores especiales miden dichas funciones, las cuales se muestran como sonidos que podemos escuchar o como gráficos lineales que podemos observar en la pantalla de una computadora. De esta forma, recibimos información (retroalimentación) sobre cómo funciona nuestro cuerpo.

Un terapeuta nos ayuda a utilizar dicha información mostrada para que modifiquemos o cambiemos respuestas anormales a patrones que suelen ser normales. Esto podría significar aumentar una respuesta, disminuir una respuesta o aprender a coordinar dos respuestas de manera más efectiva.

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El control intestinal es una función corporal que puede ser moldeada a través de la biorretroalimentación. Dicho control es algo que la mayoría de nosotros dominamos en los primeros años de nuestra infancia, pero una vez que logra establecerse, pensamos muy poco en tales procesos. Y hasta que algo sale mal es que le volvemos a poner la atención necesaria.

Las enfermedades, los traumatismos o los cambios en el cuerpo relacionados con la edad pueden interrumpir nuestra capacidad para controlar esta función corporal súper importante. Las técnicas de biorretroalimentación nos ayudan a restablecer dichos patrones aprendidos. La tecnología nos permite volver a entrenar los procesos defectuosos y restaurar una función más normal en nuestros intestinos.

Con base en lo anterior, la terapia de biorretroalimentación se puede utilizar para tratar varios trastornos intestinales, como incontinencia, estreñimiento y espasmos dolorosos de los músculos del piso pélvico.

Si deseas saber más sobre el uso de esta terapia para mejorar el control intestinal, consulta a tu médico o a un gastroenterólogo.

 

Fuente: International Foundation for Gastrointestinal Disorders