Los alimentos fermentados como el kéfir, el kimchi y el chucrut son conocidos por sus beneficios para la salud intestinal. Sin embargo, consumirlos en exceso puede tener ciertos riesgos para la salud, sobre todo si tienes un tracto gastrointestinal sensible.
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Por ello, es importante conocer tales desventajas antes de incorporar alimentos fermentados a tu dieta. Los posibles riesgos incluyen los siguientes:
- Malestar gastrointestinal: Aunque los probióticos suelen beneficiar la salud intestinal, algunas personas experimentan efectos secundarios como gases e hinchazón, especialmente justo después de comenzar a consumir más alimentos fermentados o incrementar su consumo. Además, algunos alimentos fermentados tienen un alto contenido de fibra, lo que puede agravar los síntomas gastrointestinales.
- Demasiado sodio: El proceso de fermentación suele requerir bastante sal, por lo que los alimentos fermentados pueden no ser la mejor opción para quienes intentan limitar su consumo de sodio, como quienes padecen hipertensión.
- Sensibilidad a la histamina: La mayoría de los alimentos fermentados contienen histaminas, por lo que las personas sensibles a estas o a las aminas quizás deban evitarlos.
- Riesgo de intoxicación alimentaria: Los productos fermentados en casa pueden contaminarse si no se manipulan o almacenan correctamente. Una fermentación adecuada produce conservadores naturales, pero los alimentos mal preparados conllevan un riesgo de intoxicación alimentaria.
- Posible contenido de alcohol: La fermentación produce una pequeña cantidad de alcohol. Aunque generalmente es mínima, quienes evitan estrictamente el alcohol podrían preferir evitar los alimentos fermentados.
Fuente: Very Well Health