Los síntomas más comunes de comer demasiada fibra son:

  1. Hinchazón
  2. Gas
  3. Sentirse demasiado lleno(a)
  4. Calambres en el estómago
  5. Estreñimiento o diarrea
  6. Deshidratación
  7. Mala absorción de algunos nutrientes clave
  8. Aumento o pérdida de peso
  9. Náuseas
  10. Obstrucción intestinal en casos raros

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La fibra hace que las deposiciones sean más grandes y voluminosas. También promueve la fermentación y la formación de gases. Es por eso que el consumo excesivo de fibra afecta frecuentemente al sistema digestivo.

La fibra es vital para unas deposiciones sanas y sólidas. Sin embargo, un exceso puede provocar estreñimiento.

Un estudio del año 2012 probó los efectos de cambiar la ingesta de fibra de 63 personas que padecían estreñimiento, hinchazón y dolor de estómago.

En este trabajo, los participantes que redujeron su consumo de fibra tuvieron deposiciones más frecuentes, menos hinchazón y menos dolor abdominal que aquellos que no cambiaron su consumo de fibra.

No obstante, cabe mencionar que para algunas personas, en particular aquellas que reciben tratamiento por el síndrome del intestino irritable (SII), aumentar la ingesta de fibra dietética puede ser útil para el estreñimiento.

Asimismo, demasiada fibra puede causar deficiencias de nutrientes, ya que puede interferir con la capacidad del cuerpo para absorber nutrientes esenciales. Dicho resultado no deseado se debe a que la fibra se une a diversos minerales, como por ejemplo calcio, magnesio, zinc y hierro.

 

Fuente: Medical News Today