El gas intestinal es una mezcla de vapores inodoros, que incluyen oxígeno, dióxido de carbono, nitrógeno, hidrógeno y metano. Este se forma en el sistema digestivo, y cuando dichos vapores se mezclan con las bacterias intestinales, puede desarrollarse un desagradable olor a azufre.

Tu cuerpo libera gas por la boca (eructos) o por el recto (flatulencia). En ocasiones, el gas queda atrapado en el estómago. Esta acumulación de gas provoca dolor abdominal y distensión abdominal (una sensación de hinchazón u opresión).

Los gases intestinales son una realidad, un resultado natural de la digestión de los alimentos. Todo el mundo se siente cargado de gas de vez en cuando. Diversos estudios sugieren que la mayoría de las personas liberan gases hasta 21 veces al día.

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Como dijimos, el exceso de gas puede hacer que tu estómago se sienta inflado o hinchado. Aunque incómodo, el exceso de gas rara vez es una preocupación, pero no está de más conocer los factores que hacen que produzcamos demasiado gas en el tracto digestivo, los cuales te mencionamos a continuación:

  1. Factores de comportamiento, como tragar aire mientras masticas, bebes y hablas.
  2. Opciones dietéticas, como consumir demasiados alimentos que producen gases (frijoles, papas, maíz, cebollas, manzanas y productos ricos en fibra).
  3. Problemas digestivos, como síndrome de intestino irritable (SII), intolerancia a la lactosa y enfermedad celíaca.
  4. Infecciones intestinales, como la giardiasis, que provocan un crecimiento excesivo de bacterias intestinales.
  5. Medicamentos o trastornos de la motilidad que ralentizan los intestinos, como SII, diabetes y esclerodermia.

 

Fuente: Cleveland Clinic